En una imagen, una persona puede llegar a dilucidar a través de diferentes indicios cómo será su futuro. Así se presenta un nuevo test de personalidad que incluirá la presencia de una calavera, una foto de una pareja enamorada y de la luna llena. La combinación de estos tres elementos solo es posible en uno de estos ejercicios visuales que pone a prueba a las personas y fomenta el autoconocimiento.
Para darle comienzo a este test de personalidad, la persona que está del otro lado de la pantalla deberá tener activa su cuenta de X, Facebook, Instagram, entre otras redes sociales que se convertirán en nexo para acceder a estos desafíos. Al ser muy variados en su temática, los foristas se podrán topar con el ejercicio de elegir un tipo de hoja, diferentes puertas y hasta manchas de café que tendrán como resultado una definición de cómo es su carácter, personalidad y cómo se vincula con su entorno más cercano.
Bajo la premisa de saber qué es lo primero que se observa en la imagen, los usuarios identificarán en primer lugar una calavera de grandes dimensiones. Luego, en el medio de esa figura, una pareja enamorada y por último, para darle forma a la postal, la imagen de la luna. Con este panorama, el siguiente paso será seleccionar una de las tres variables y ahí conocer el resultado final.
Sin un límite de tiempo que pueda condicionar tu respuesta -como así sucede en los acertijos- este desafío visual tiene la particularidad de ser muy sencillo y, por ende, resulta atractivo a todas las personas que le dedican parte de sus días a estos ejercicios.
Como parte del mecanismo que impera en las redes sociales, los creadores de este contenido piden que las personas puedan compartir estos retos en sus cuentas, como así también aceitar este mecanismo pegando el link del test en los chats de WhatsApp con amigos, familiares y compañeros de trabajo.
Con el campo allanado, solo habrá que elegir entre una de las tres opciones detalladas anteriormente para conocer qué te depara el futuro y como, mediante tu personalidad, podrás destrabar los engranajes que te conducen hacia tus sueños.
LA NACION