Dos milagros no caen en la misma serie. Y River lo deberá entender: si la Libertadores le ha ofrecido la oportunidad de ir «vivo» a San Pablo luego de coquetear con el papelón durante 45 minutos y fracción, entonces tendrá que utilizarla a su favor. Y sanarse en consecuencia.
Porque el optimismo de Gallardo quedará en el discurso si no se resuelven los serios inconvenientes que tuvo el equipo para domar a un Palmeiras (muy) superior, que recién mostró algunas de sus debilidades y dudas cuando las piernas pesaban tanto como su benevolencia brasileña. En efecto, la sensación que dejó un primer tiempo que bordeó la vergüenza fue que el adversario de turno pudo haberse vuelto con la serie resuelta en el primer round.
Por qué su equipo terminó ablandándose y sufriendo un descuento que pudo haber sido empate será tarea de análisis de Abel Ferreira: Gallardo tendrá que hacer una autocrítica mucho más profunda. Para no dejarse sorprender otra vez por las fortalezas ajenas y allí sí actuar para neutralizarlas. Para que la guardia futbolística esté alta como en sus mejores épocas. Y combinar todo eso con un planteo eficiente que reduzca el margen de error.
Lo positivo de la revancha es que peor que el peor primer tiempo de los dos ciclos de Napoléon, se supone, no podrá jugar .
River Plate –
Gallardo y la serie vs. Palmeiras: «Estamos vivos, la diferencia es de un gol»
Video: ESPN.
La falta de «presencia«, esa alegoría que el Muñeco poéticamente utiliza para reclamar tensión y enfoque, debe impedirse, ya que Palmeiras difícilmente vuelva a ceder el protagonismo. Por el contrario, en el Allianz Parque querrá cerrar la serie con la misma (o mayor) velocidad con la que River buscará igualarla.
Ofrecer la mandíbula antes de los cinco minutos, lejos de ser una opción, ya será un pecado capital. No imponerse en el rigor del tú a tú en cada pelota como en un primer tiempo que motivó el «movete» será potencialmente letal. A favor le queda que en Núñez el equipo logró switchear a tiempo: River pasó de ganar apenas 22 de los 47 duelos en los primeros 45’ a imponerse en el 53% en la etapa final. Y también modificó sus variables en las disputas defensivas: pasó de perder diez pelotas a sólo cinco y mejoró en 10 pp el rendimiento en las disputas de balón (54% al 64%). Es decir que es posible hacerle frente a Palmeiras. Pero a consciencia. A eso eligió Gallardo aferrarse al momento de soñar.
Ahora bien: cómo se produjo ese cambio también cuenta y deberá estudiarse a fondo: ahí estará el secreto. Porque River prescindió de Enzo Pérez para dejar a un Juan Portillo con más despliegue como pivote, incluyó a Juan Fernando Quintero como manija y soltó a Nacho. Si Juanfer se ganó una oportunidad se verá en breve. Lo cierto es que la vuelta de Giuliano Galoppo de arranque le dará esa capacidad de ataque que ningún otro volante tiene. Y con el bonus track del gol. Un optimismo valioso, está claro, ya que convertir será una condición sine qua non para fantasear con la semi…
River, al cabo, deberá apostar a ser River en un contexto en el que es muy respetado por los brasileños. El que mordió ante Estudiantes con la tensión con la que debió haberse plantado en el Liberti. Y en tiempos en los que la macro y la micro vuelven a ser parte del léxico argentino- el análisis de Gallardo tendrá que enfocarse en ambos aspectos. En hacer una profunda autocrítica luego de una estrategia errónea que no potenció a sus intérpretes sino que en algunos casos los debilitó pero también en resolver los problemas de concentración en la marca (su juego aéreo defensivo en pelota parada, un karma) y de funcionamiento individual (Salas juega mejor de frente al arco que de espaldas y acaso sea mejor que por el centro del ataque vayan Colidio o Borja).
Si fue un baño de realidad o si apenas se trató solo de un peligrosísimo desliz lo que se vio en el tiempo que duró el baile ante un adversario que no sólo es robusto de billetera y jerarquía sino también de físico se sabrá el miércoles en San Pablo. Allí River se jugará buena parte de su año futbolístico, algunos jugadores el fin de ciclo internacional y hasta Gallardo, la chance de demostrar que no perdió la magia. Que la estatua no se llevó su aura. Que sigue habiendo en qué creer.
La semana de trabajo ofrecerá tiempo para procesar el aturdimiento y hacer foco en el control de daños. Porque la Libertadores le ofreció a River una oportunidad de ir vivo a Brasil luego de estar al borde de quedarse afuera con 90 minutos por delante. Y debe aprovecharla. Su milagro ya lo usó. ahora es turno de ir por le épica. Por la epicopa…
Opina – Flavio Latif (UOL Brasil)
Mucho respeto por River
En Palmeiras todos piensan que la vuelta contra River será durísima y la sensación es que no hay nada ganado. Y cuando digo todos, es todos: dirigentes, cuerpo técnico, jugadores y torcida.
Es cierto que el Verdao jugó como un equipazo durante la primera parte en el Monumental pero también que en la segunda River demostró que es un gran equipo, uno de los más fuertes de América. De ahí el respeto y la preocupación para lo que viene.
Aunque Abel encontró un enorme poderío ofensivo en la dupla López-Vitor Roque y a ellos le sumó la excelente pegada de Andres Pereira, sabe que su rival cuentra con un tremendo entrenador.
El resumen de la ida
River Plate –
Lo mejor de River 1 – Palmeiras 2
Video: FOX Sports.
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