El clima de tensión dentro y alrededor de La Libertad Avanza sumó un nuevo capítulo en las últimas horas con un enfrentamiento abierto en redes sociales entre Nicolás Márquez, escritor y biógrafo de Javier Milei, y Franco Bindi, empresario de medios vinculado al kirchnerismo y señalado por sus vínculos con los servicios de inteligencia y actual pareja de la diputada Marcela Pagano.
El ida y vuelta comenzó cuando Bindi publicó en X una captura de pantalla de un chat con Márquez en el que este último hablaba de “levantar a un pendejo en el 0800” y “encontrarse con el pibe en el martillo”, a lo que el interlocutor respondía: “Tenés que parar un poco, Nicolás”. El tono, que Bindi presentó como un ejemplo de comportamiento preocupante, buscó dejar expuesto al referente libertario. Márquez contraatacó con dureza: difundió un mensaje privado de Bindi en el que este, en mayo de 2023, se expresaba de manera despectiva sobre una mujer, y se lo dirigió directamente a Pagano, preguntándole si así se refería su pareja hacia ella.
El cruce personal quedó así teñido de connotaciones políticas. Pagano, que recientemente se escindió del bloque oficialista en Diputados, se encuentra en el ojo de la tormenta desde que figuras cercanas al Gobierno la señalaron por estar supuestamente detrás de las grabaciones a Diego Spagnuolo, ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Esas escuchas, que revelan presuntos pedidos de coimas y sobreprecios, dieron origen al llamado “Audiogate”, un escándalo que sacude al oficialismo y golpea de lleno a Karina Milei, hermana y secretaria general del Presidente.
La diputada, periodista de origen, no solo se distanció del oficialismo sino que inició denuncias judiciales contra figuras claves del armado libertario. Entre ellas, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, con quienes mantiene un enfrentamiento público. Pagano los responsabilizó por maniobras de presión y aprietes institucionales.
En ese marco, el cruce entre Bindi y Márquez funciona como un espejo de esa interna mayor. Márquez, amigo personal y uno de los defensores más firmes de Javier Milei en el plano intelectual, representa la voz dura del mileísmo. Bindi, en cambio, aparece ligado a una diputada en rebeldía con el Presidente y, a la vez, involucrado en versiones sobre maniobras de inteligencia y filtraciones de información sensible.
El resultado es un espectáculo político que trasciende lo privado y se convierte en parte del enfrentamiento abierto entre distintas facciones políticas. La pelea en redes no es solo un intercambio de mensajes ofensivos: refleja cómo la batalla por el control de la narrativa y la exposición pública se libra hoy en tiempo real, sin mediaciones y con un fuerte componente de operaciones cruzadas.
por R.N.