¿Qué habrá detrás del proyecto para limitarle a Javier Milei el poder de gobernar con DNU? Más allá que en los diferentes bloques opositores existe consenso en que debe modificarse la norma actual -incluso en el peronismo, aunque la ley vigente fue impulsada por Néstor y Cristina Kirchner- la jugada de la oposición también apunta a forzar al Presidente a negociar la ley de Presupuesto 2026, que debe presentar en Diputados dentro de apenas 10 días.
De avanzar nomás la ley que pone enormes trabas a los decretos presidenciales, Milei deberá abandonar esa herramienta para su gestión y hacer lo que tanto evita: entrar en el clásico toma y daca de las negociaciones políticas.
Los gobernadores van a reclamar partidas en el Presupuesto para sus provincias, para obras públicas, los legisladores más fondos para jubilaciones, salud, universidades…
A Milei, se sabe, no le gusta que lo condicionen. Es más: el año pasado cuando empezaron los primeros pedidos para avanzar con su aprobación, directamente ordenó retirar del tratamiento en Diputados el Presupuesto 2025 y se terminó volviendo a prorrogar el de 2023. Pero si le restringen la facultad de gestionar con DNU el escenario cambia.
Es clave lo que pasará ahora en Diputados con la media sanción. Lo que se aprobó este jueves en el Senado ya fue conversado previamente con las bancadas de Diputados. ¿La razón? Evitar que en la Cámara baja le quieran meter cambios y retrasen su sanción.
Se buscó atenuar, por ejemplo, la posibilidad de que desde el bloque de la UCR en Diputados se busque retocar la iniciativa aprobada por la Cámara alta. A algunos legisladores, como la radical Carla Carrizo, no les cierra que se limiten tanto las facultades presidenciales con los DNU.
A diferencia de lo que sucede ahora, que un decreto tiene vigencia salvo que sea bochado por ambas cámaras del Congreso, el proyecto consensuado en el Senado establece que para quedar aprobado un DNU tiene que tener el aval de las dos cámaras, por mayoría absoluta de los presentes, y fija para eso un plazo de 90 días.
De lo contrario, el DNU se cae. Además, si una sola cámara lo rechaza también queda derogado. Para lograr la vigencia de un decreto, el Poder Ejecutivo deberá negociar de la misma manera que para sacar una ley.
Hoja de ruta en DIputados
Hay ya en Diputados una hoja de ruta. Quieren que en la próxima sesión, que sería el miércoles 17 o jueves 18, se emplace a las comisiones -al menos la de Asuntos Constitucionales- a las que sea girado a tratar y dar dictamen al proyecto de DNU.
El número para la aprobación en el recinto de Diputados de la ley de reforma de los DNU estaría. Se necesita mayoría simple. Lo que no está claro es si la oposición lograría reunir los dos tercios, como en el Senado, para su aprobación.
Con ese número mágico, estaría en condiciones de desafiar un eventual veto de Milei. Hay, sin embargo, una embrionaria discusión jurídica acerca de si el Presidente puede, o no, vetar una ley de estas características.
La única forma de que la oposición reúna los dos tercios en Diputados es con el apoyo de los legisladores que responden a los gobernadores.
¿Qué harán los mandatarios? ¿Apoyarán la ley o buscarán negociar recursos para sus provincias en la ley de Presupuesto? El año pasado la Cámara baja intentó avanzar también con una nueva ley de DNU -uno de los proyectos con dictamen es del cordobés Oscar Agost Carreño-, pero la Casa Rosada operó de manera quirúrgica y dejó la sesión sin quórum.
Eso sí. Entre legisladores empezó a especularse con que el Poder Ejecutivo no enviaría este año el proyecto de Presupuesto. El año pasado lo envió, pero no aceptó negociar con las provincias y terminó prorrogando otra vez el de 2023.
Al Gobierno le esperan tres meses duros en el Congreso, hasta el 30 de noviembre cuando finaliza el período de sesiones ordinarias. El oficialismo seguramente apostará a dilatar las discusiones hasta el recambio legislativo.
El problema para los libertarios es que aunque crecerán en bancas, en cantidad de votos seguirán más o menos igual que ahora. Incrementarán la cantidad de legisladores, pero a costa de aliados que no renovarán sus mandatos.
De cualquier manera, en caso de que se envíe ley de Presupuesto es seguro que el Gobierno esperará hasta después del 10 de diciembre para votarla en Diputados.