Tras haber estado unos días en México donde arrancó con las grabaciones de la nueva temporada de Love Is Blind para Netflix, Wanda Nara regresó a Buenos Aires y volvió a hablar ante la prensa de todos los escándalos que rodean su mediática vida. Desde hace meses, el foco de la empresaria se ha vuelto múltiple, con personajes como Mauro Icardi, la China Suárez, L-Gante, entre otros.
Apenas cruzó la puerta de acceso del Aeropuerto de Ezeiza, los micrófonos rodearon a Wanda y no faltó la pregunta que todos querían hacerle: qué opinaba de la inesperada reconciliación de L-Gante y Tamara Báez.
Sin embargo, más allá de ser uno de los temas calientes por estas horas, Wanda no necesitó pensarlo mucho para responder. Con una sonrisa y sin vueltas, respondió sobre su vínculo con el cantante: hoy, según ella, mantienen solo una relación de amistad, a pesar de que se dijo que él la bloqueó recientemente tras volver con la influencer.
No obstante, y siempre picante a la hora de responder, lo que más llamó la atención fue la reacción inmediata de Wanda frente a las últimas declaraciones de Tamara, que disparó fuerte contra ella y el rol que jugó dentro de la pareja en su momento. “No me importa nada de lo que diga. Yo tengo la mejor con ella”, lanzó la mediática, bajándole el tono a la rivalidad.
EL RECUERDO DE TURQUÍA Y SU VIDA CON MAURO ICARDI QUE WANDA NARA NO PUEDE SUPERAR
Sin embargo, las risas se acabaron cuando a Wanda le preguntaron por su relación con Icardi. Fue entonces cuando se puso seria y volvió a cargar contra su ex por los incumplimientos que tiene con sus dos hijas -a quienes ya no les paga la cuota alimentaria ni la obra social-.
Pero no solo eso, la conductora de MasterChef todavía no logró recuperar sus pertenencias que quedaron en Estambul, de la época en la que vivía con Mauro. Sin embargo, más allá de esto, ella misma explicó que lo material pasa a un segundo plano: “Yo ya me compré todo nuevo. Pasó ya más de un año y los talles de mis hijos ya no son los mismos”.
Sin embargo, dentro de estas cosas perdidas en tierras turcas, Wanda recordó un objeto muy especial que también quedó en aquel país y que todavía lamenta no haber recuperado. “A mí me dio pena no poder recuperar la copa que gané en el Bailando de Italia”.
Pero el dato en cuestión fue otro: la devolución que le dio su propia psicóloga mientras ella se seguía lamentando por la copa del Bailando que ganó. “Yo llorando por la copa y mi psicólogo diciéndome que no podía ser tan hueca, que me tenía que quedar con el orgullo de haberla ganado”, relató Wanda entre risas, generando sorpresa en todos.