Jorge Cremontti tenía 67 años y era chofer de una aplicación de viajes. Este martes por la mañana, luego de forcejear con un ladrón que le robó el auto con el que trabaja, recibió un disparo y murió. Pocas horas después del crimen detuvieron a un sospechoso.
El homicidio ocurrió cerca de las 8.15, cuando el chofer se trasladó a bordo de un Renault Logan hasta la esquina de Calfucurá y Carlos Tejedor, de Lomas del Mirador, en La Matanza. Minutos antes, un joven había solicitado un auto a través de una aplicación de viajes para una zona cercana a la General Paz.
Cuando Cremontti llegó hasta el lugar designado el supuesto pasajero que había solicitado el viaje se encontraba junto a otros joven. «Subió solo uno», explicó a Clarín un investigador.
Ya dentro del auto, Cremontti condujo cerca de 15 cuadras hasta que fue abordado por el pasajero, que sacó un arma y lo amenazó para que le entregue sus pertenencias y el vehículo.
Fuentes de la investigación indicaron que se cree que hubo un forcejeo que finalizó con un disparo por parte del ladrón. No se sabe aun si el el tiro fue intencional o si se le escapó. Lo concreto es que el proyectil impactó en una pierna de la víctima que le afectó la femoral y le produjo un grave sangrado que, a los pocos minutos. le terminó ocasionado la muerte.
Luego del disparo, el chofer quedó tendido en la calle, mientras que el sospechoso escapó con el Renault Logan. Condujo unas siete cuadras hasta el ingreso al barrio Antenas. Allí chocó contra otros autos y continuó la fuga a la carrera.
Testigos de la maniobra señalaron a los policías alertados del hecho a un sospechoso, por lo que se realizó un allanamiento de urgente para detenerlo.
La Policía lo vio y lo reconoció porque tenía la misma gorra. Entonces lo siguió hasta una casa que era usada de «aguantadero». La dueña del lugar permitió el ingreso a los policías que finalmente detuvieron un joven identificado como Lautaro Daniel Ibarra, de 26 años. «Vino esta mañana a lavar ropa», dijo la mujer, según describió un investigador.
Dentro de la casa se secuestró un revólver calibre .38, el cual estaba apoyado sobre la mesa, una ametralladora y un pistolón dentro de una heladera. Las armas serán peritadas para establecer si fueron las utilizadas en el crimen de Cremontti.
Los policías también secuestraron el celular que llevaba el sospechoso. Este aparato será sometido a peritajes para determinar si desde el mismo se efectuó el pedido de viaje a la aplicación para la que trabajaba la víctima.
A su vez, en el piso de la casa se observaron pisadas de manchas que podrían ser de sangre. Y dentro de una pileta había ropa sumergida en agua y unas zapatillas blancas recién lavadas que se sospecha son las utilizadas en el hecho.
«Cuando fue detenido, el sospechoso tenía zapatillas azules, pero en el hecho hay una cámara que lo toma con zapatillas blancas, similares a las que lavó, junto con una campera», añadió el investigador consultado.
El detenido quedó s disposición del fiscal Diego Rulli, de la Fiscalía de Homicidios de La Matanza, quien dispuso una serie de diligencias para identificar al otro joven que se encontraba con él, entre otras medidas.
AA