Corrientes se convertirá este año en todo un desafío electoral. El oficialismo local que de la mano del radicalismo gobierna hace 23 años puede ver tambalear su poder mientras el peronismo se convierte después de mucho tiempo en una alternativa. Pero hay más: se trata de la primera elección a gobernador que La Libertad Avanza medirá fuerzas.
La fragmentación electoral lleva a un posible escenario de segunda vuelta al que Corrientes no está acostumbrado. Al igual que en las elecciones presidenciales, para ganar en primera vuelta la fuerza mayoritaria debe obtener más del 45% de los votos o 40% y una diferencia de 10% sobre quien le sigue. Esto no fue un problema para Gustavo Valdés cuatro años atrás cuando sacó el 76% de los votos, pero sí lo es hoy.
El gobernador que eligió a su hermano, Juan Pablo Valdés, para continuar en el poder, no sólo quedó debilitado después de la desaparición de Loan, sino que la propia política que lo acompañó, ahora está dividida.
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El gobernador negoció hasta las horas previas del cierre de listas con La Libertad Avanza. El acuerdo no se concretó: desde el entorno de Valdés aseguran que el sello violeta pedía demasiado: no sólo candidatos a legisladores, intendentes y concejales sino que tambien reclamaron el compañero de fórmula y hasta un cogobierno. Desde LLA el argumento es otro: no veían bien la postulación de su hermano a dedo. “¿Cómo puede ser un argumento cuando Milei puso a su hermana a manejar el Gobierno?”, responden desde Corrientes. Lo cierto es que hoy el gobierno nacional tiene candidato propio y es el diputado Lisandro Almirón.
El legislador libertario recibirá el apoyo del gabinete nacional para fortalecer su candidatura. Las encuestas lo ponen hoy en el tercer lugar peleando con Colombi. El objetivo es similar al del resto de los territorios: remarcar que el candidato es Milei. El lunes será el turno de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien se mostrará con el candidato y pedirá el voto.
Pero Valdés también sufrirá la pérdida de votos con otro postulante: el exgobernador Ricardo Colombi, quien impulsó tiempo atrás al propio Valdés y hoy se volvieron irreconciliables.
A pesar de esto, el gobernador, que se postuló para encabezar la boleta a senadores provinciales ya que no podía ir por la re-re, cree que puede ganar la primera vuelta. Admite que el peronismo está segundo, pero que podría rondar los 25 puntos. Valdés promete llegar a 40.
Del otro lado, los números son distintos. Las encuestas le marcan al frente Limpiar Corrientes con el que se presenta Martín Ascúa una base del 28% que puede llegar a 32%. Están convencidos que el 31 de agosto no habrá un ganador en primera vuelta y la elección se dirimirá semanas después con Valdés como contrincante.