El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés), comenzará con la distribución de los cupones para el estado de Texas entre este martes 15 de julio y hasta el próximo 21. Los beneficios se entregarán de acuerdo al número de caso, por lo que es importante verificar el calendario de pagos para conocer cuándo se pueden disponer de la ayuda alimenticia.
El calendario de pagos de SNAP en Texas se distribuye de acuerdo a los últimos dos dígitos del número de caso (EDG, por sus siglas en inglés), y queda de la siguiente forma:
En caso de que los beneficiarios inscritos al programa SNAP antes del 1 de junio de 2020, los beneficios se entregan de acuerdo al último dígito EDG y se distribuyen los primeros 15 días del mes, de acuerdo con el calendario oficial del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
Qué personas son elegibles para SNAP en Texas
Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), los criterios para la elección de los beneficiarios en el Estado de la Estrella Solitaria, son:
La agencia SNAP determina la cantidad de dinero que se otorga a cada familia de acuerdo a la cantidad de ocupantes y sus ingresos mensuales.
Por ejemplo, para una familia de hasta cinco personas, pueden integrarse al programa si su ingreso mensual es menor a los US$4268. Por lo que podrían recibir un subsidio económico de hasta US$1158.
Los subsidios se entregan para familias de hasta ocho integrantes, con un monto mensual de US$1756, el cual incrementa en US$220, por cada persona adicional.
En mayo pasado, el gobernado del estado, Greg Abbott, solicitó a la USDA aplicar algunos cambios para la compra de productos alimenticios para los beneficiarios de SNAP. De aprobarse, los dulces y las bebidas azucaradas ya no podrían ser adquiridas por los beneficiarios.
La decisión responde a la agenda del estado que busca mejorar la calidad alimentaria de los ciudadanos, bajo el proyecto “Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser saludable”, con el fin de reducir las enfermedades ligadas a los malos hábitos en el consumo.
Hasta la fecha, Arkansas, Idaho y Utah, son los estados que han logrado prohibir la compra de productos como gaseosas y dulces.