Viviana Velásquez, una vecina de Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz, sufrió un salvaje ataque mientras entrenaba corriendo en la zona de la Reserva Costera. Fue atacada por un perro pitbull que le ocasionó graves heridas en el brazo, obligándola a someterse a una operación y a iniciar un largo proceso de rehabilitación.
El hecho ocurrió el pasado domingo, cuando el animal —según trascendió— escapó del cuidado de su dueño y atacó a la mujer mientras corría. La víctima fue trasladada de urgencia al hospital donde recibió atención médica.
La situación de terror que atravesó Viviana fue relatada por su marido, Héctor Vargas, a través de las redes sociales: “Una atleta que, como es habitual, salió a entrenar en la Reserva Costera, fue atacada por un perro pitbull que escapó de su cuidador. Esta irresponsabilidad le provocó terribles daños en el brazo derecho, incluida una fractura”.
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La gravedad de las lesiones.
“Lo más triste es que la perrera de Río Gallegos entregó al animal a esta persona para adiestrarlo”, agregó.
Por último, alertó a la comunidad para que extreme cuidados en estos espacios: “Tengan cuidado y no confíen en que un lugar protegido garantiza seguridad. Hoy mi familia tiene que enfrentarse a una operación y a una larga rehabilitación por la irresponsabilidad de otras personas”.
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Los comentarios en la publicación lamentan abiertamente este tipo de situaciones que suelen reiterarse en las calles. “Por Dios, qué terrible… es tremendo los perros sueltos… hay que andar con gas pimienta, aunque no asegura que no pueda pasar. Pronta recuperación para Vivi”, afirmó una vecina.
“Noo, Dios mío, qué terrible!!! Lo lamento mucho, que puedas recuperarte pronto. Un abrazo fuerte”, sumó otra usuaria.
El Código Civil y Comercial de la Nación (art. 1753) establece que: “El dueño o guardián de un animal es responsable por los daños que cause, aunque el animal se hubiera escapado o extraviado, salvo que pruebe que medió la culpa de la víctima o de un tercero por quien no debe responder.”
Esto significa que, en principio, el propietario o responsable del perro (incluso aunque estuviera al cuidado de otra persona) deberá responder civilmente por cualquier daño que el animal provoque, tanto en la calle como en otros espacios.