Luego de que mayo registrara la inflación más baja de los últimos cinco años, las consultoras privadas −que habían pronosticado cifras más altas que la que publicó el Indec− anticiparon que va a continuar la desaceleración, estrategia que el Gobierno buscará acentuar de cara a las elecciones de octubre. Prevén que el índice se mantendrá por debajo de 2% mensual, aunque dudan sobre si podrá repetirse el 1,5% en junio.
En la primera quincena de junio volvieron a subir los alimentos. Fue tras la deflación que reportaron en ciertos productos de consumo masivo el mes pasado como incentivo para reactivar ventas y competir con el crecimiento de importaciones.
Alimentos es una variable que sigue de cerca el Gobierno, por ser la de más incidencia en la medición del IPC −con un peso de casi 24%− y que explicó su desaceleración en mayo, después de las advertencias a alimenticias y las reuniones con supermercados para contener aumentos tras el fin del cepo.
Aumentos de precios de alimentos
Luego de la suba que difundió el Indec de 0,5% de la categoría en mayo y de la caída de 0,4% de la canasta básica, LCG informó un repunte de 1,7% en alimentos y bebidas en la segunda semana de junio en la Ciudad. Los primeros siete días del mes habían arrancado con estabilidad de precios.
Aceites (5,9%), verduras (4%) y carnes (1,3%) fue lo que más subió. De esa manera, la inflación promedio de las últimas cuatro semanas del rubro le da 1,6%, tres veces más que la que registró oficialmente mayo.
“En los últimos años, solo en pandemia y 2017 la inflación mensual comenzó con 1%. Hay factores inmediatos para este resultado: la deflación de algunos alimentos y bienes estacionales, y los mensajes públicos para cortar ímpetus remarcadores, con la vuelta atrás de subas de prepagas y comunicados de cámaras de supermercados, al igual que las paritarias salariales”, analizó LCG.
“¿Qué va a ocurrir en los próximos meses? Cuando los servicios aumentan por arriba de los bienes, los precios tienen que equipararse. Eso suele ocurrir con aumentos en bienes más que con deflación de servicios, lo que augura un piso inercial. Tarde o temprano, tendremos inflación baja. Pero no hay que despreciar estos componentes. En la medida en que la demanda lo permita, se recomponen márgenes”, advirtió.
Por su parte, Analytica informó una variación semanal de 0,1% en alimentos y bebidas en el Gran Buenos Aires, por lo que en las últimas cuatro semanas registró un avance de 1,5%. Explicó que los mayores aumentos fueron en café, té, yerba, cacao (5%), y azúcar, dulces y chocolates (3,1%). Más moderadamente, subieron pescados y mariscos (1,1%) y frutas (0,3%).
Servicios e inflación núcleo, otras variables clave
En ese sentido, además de la evolución de los alimentos −hay que ver si se reitera la caída estacional en frutas y verduras−, también repercutirá lo que pase con los servicios, que en mayo duplicaron el IPC general (2,7%). Allí incidirá el precio internacional del petróleo: el Brent subió más de 7% tras el conflicto entre Israel e Irán, lo que podría provocar una suba en los surtidores. La otra variable a seguir es la inflación núcleo, que excluye precios regulados y estacionales, y en mayo dio 2,2%.
“La política económica está enfocada en el corto plazo, en lograr 1% en octubre, apuntando a la estabilidad cambiaria. Es probable que se repitan meses de 1,5%, quizá no en junio, con subas en los regulados, como tarifas de electricidad y gas, y transporte”, adelantó Ricardo Delgado, presidente de Analytica.
“Me parece poco probable que se repita en junio el dato de mayo, que tuvo una baja en verduras y nafta, y el Hot Sale. Hacia más adelante, en julio, suele haber más inflación por las vacaciones de invierno. Más allá de eso, manteniéndose el control monetario y fiscal, la tendencia es a la baja. El combustible es un factor relevante y lo será el tipo de cambio en el tercer trimestre, cuando termina la cosecha, además de la cuestión política, con las elecciones, sumó Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos.
“Puede ser que junio de unas décimas más, pese a que este mes estacionalmente suele ser más bajo. En mayo, muchos precios tuvieron que ajustar a la baja, luego de las subas de abril y marzo. Eso hizo que mayo diera 1,5%. Seguro veamos algún índice más, a fin de año, que se aproxime a 1%. Recién podría perforar 1% a principios de 2026”, cerró Aldo Abram, director de Fundación Libertad y Progreso.