Una grave situación de extorsión y amenazas dentro de la Unidad 11 de Neuquén salió a la luz este lunes, cuando una mujer denunció que desde el celular de su pareja, quien cumple condena allí, recibió mensajes intimidatorios y pedidos de dinero. Los presos que se apoderaron del teléfono no solo amenazaron con agredir al interno, sino también a su familia si no accedían a transferir una importante suma de dinero.
Según los registros de las conversaciones, los reclusos reclamaban 100 mil pesos a través de una billetera virtual. La joven recibió textos y audios donde los internos aseguraban tener la llave de la celda del hombre amenazado, e incluso mencionaban que habían conseguido acceso gracias a un “trato con la gorra”. Entre los mensajes más crudos, uno advertía: «Si no mandás plata, le voy a cortar la cara«, y otro presionaba diciendo que el preso estaba siendo golpeado a punta de cuchillo en el pasillo.
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La mujer, desesperada y sin medios suficientes, logró reunir 50 mil pesos, pero las amenazas no cesaron. «Mandame la plata porque le sigo pegando puñetazo», insistieron los agresores, quienes además le exigieron armas («fierro«) en posteriores mensajes. El pavor de la denunciante se incrementó al escuchar los audios donde los presos relataban con absoluta impunidad su dominio sobre la seguridad interna del penal.
Alarmada por la gravedad de la situación, la joven se comunicó al día siguiente con la administración de la U11, solicitando información sobre el estado de su pareja alojada en el pabellón 6. La respuesta oficial fue que el detenido se encontraba bien. Sin embargo, cuando ella expuso su preocupación respecto a la supuesta complicidad policial y la circulación de llaves entre los internos, no obtuvo ninguna respuesta concreta.
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Fuentes consultadas indicaron que la extorsión podría estar vinculada a un ajuste de cuentas relacionado con el crimen por el cual el preso cumple una condena de 14 años desde 2022.