“Todo acero que ingrese a Estados Unidos tendrá un arancel del 25%”, dijo anoche, en camino al Super Bowl, la final de la temporada de Fútbol Americano, el presidente de EEUU, Donald Trump, y cuando le preguntaron por el aluminio dijo que también estará sujeto a la imposición de nuevas tarifas.
Los anuncios concretos sobre las medidas se harán formalmente este lunes, además del hecho de que Trump habló de la imposición de “aranceles recíprocos” lo que podría ocurrir el martes o miércoles. La reciprocidad consistiría en que, en materia arancelaria, “si nos cobran el 130% y nosotros no le cobramos nada, no va a seguir así”, dijo el jefe de la Casa Blanca a los periodistas, que aclaró que ese criterio se aplicará a todos los socios comerciales de Estados Unidos.
Si bien no hay ninguna precisión sobre la medida, más allá de la referencia del 25% que adelantó Trump, lo cierto es que el potencial grupo de empresas argentinas afectadas es un puñado de nombres importantes: Aluar, que produce aluminio en su planta de Puerto Madryn, en Chubut y, por el lado del acero, Acíndar, Ternium y Tenaris, estas últimas dos empresas del grupo Techint.
Según los datos de la consultora internacional Trading Economics, el año pasado la Argentina (esto es, Aluar) le exportó a EEUU aluminio por valor de USD 515 millones, y las colocaciones de hierro y acero sumaron USD 112 millones.
En rigor, la medida tiene antecedentes. En 2018 el primer gobierno de Trump impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio, pero en mayo de ese año el gobierno de Mauricio Macri acordó una excepción: se definió que una cantidad equivalente al 100% del promedio del aluminio y al 135% del promedio del acero exportado en los tres años anteriores ingresaría hacia ese país sin aranceles. La Argentina fue entonces uno de los cuatro países que alcanzaron un acuerdo de exención arancelaria, además de Australia, Brasil y Corea del Sur. (Fuente: Infobae)