Una reliquia de San Juan Pablo II fue sustraída de la Catedral de Esquel el pasado viernes. Aunque el objeto no tiene valor económico, su desaparición ha generado tristeza entre los fieles. Las autoridades piden ayuda a la comunidad para recuperarla.
El pasado viernes, la Catedral de Esquel fue escenario de un lamentable hecho: el robo de una reliquia de San Juan Pablo II, un objeto de gran valor espiritual para la comunidad. Según informaron fuentes locales, la reliquia estaba contenida en una custodia de diseño sencillo, fabricada con un material metálico y pintura dorada, lo que descarta que tenga un valor económico significativo.
La noticia ha causado conmoción entre los fieles, quienes consideran que el objeto tiene un valor incalculable por su significado espiritual. Las autoridades eclesiásticas expresaron su tristeza por el suceso y solicitaron la colaboración de la comunidad para obtener cualquier información que pueda ayudar a localizar la reliquia. Para ello, se ha habilitado el teléfono 2945-456789 para recibir datos relevantes.
A pesar de la indignación y el dolor que ha provocado este robo, la iglesia mantiene la esperanza de que la reliquia pueda ser recuperada pronto. “Es un golpe fuerte para todos nosotros, pero confiamos en que con la ayuda de la comunidad podamos devolver este símbolo de fe a su lugar”, expresaron desde la institución religiosa.