El intento de robo en las últimas horas a un policía cuando llegaba a su casa de La Matanza se suma a una seguidilla preocupante de inseguridad: en la primera quincena del año el conurbano bonaerense fue el escenario de violentos robos en los cuales la modalidad motochorro es la que más creció. Los ataques son violentos y las víctimas son asaltadas cuando están llegando o saliendo de sus casas.
En el Sur, Oeste o Norte. La delincuencia no discrimina de lugares ni zonas. La cantidad de hechos ilícitos que ocurren a diario ponen en alerta a vecinos, quienes reclaman mayor seguridad.
Un ejemplo fueron los reiterados robos en la localidad de Ingeniero Maschwitz. Los vecinos contabilizaron ocho asaltos a casas en los últimos dos meses, lo que obligó a mantener reuniones con funcionarios y autoridades de Escobar en reclamo de mayor seguridad.
En Morón, el crimen de un policía de la Ciudad a manos de motochorros que intentaron robarle la moto cuando se dirigía a la casa de su novia fue la gota que rebalsó el vaso y derivó en la desvinculación del secretario de Seguridad y el jefe de la Departamental de la Policía.
Según los datos del Ministerio de Seguridad porteño, fueron 16 miembros de la Policía de la Ciudad atacados en el conurbano bonaerense en lo que va del año. Estos datos derivaron en el reclamo del ministro Waldo Wolff al gobernador Axel Kicillof.
El robo automotor, en ascenso
Como si fuera un loop constante, las imágenes de las cámaras de seguridad muestran la manera de actuar de motochorros y ladrones que se mueven en grupo, como se lo denomina al robo piraña.
Tienen características propias y muy notorias: llegan en un auto, casi siempre que fue robado minutos antes. Interceptan el camino de la víctima, que está llegado o bien por salir de su casa en su vehículo.
Allí bajan entre tres y cuatro delincuentes. En varios casos apuntándole a la víctima y gritándole de manera amenazante.
Es ahí donde comienza el plan criminal: uno va al lugar del conductor y lo baja del rodado. Otros van al asiento del acompañante y también lo neutraliza. Otro queda a bordo del primer auto, con el que llegaron. Una vez adentro del auto y las víctimas en la vereda, escapan rápido del lugar. El robo está concretado.
“Lo que creció de manera exponencial en números alarmante es el robo automotor. Se da en momentos de crisis económica donde la compra de repuestos en las casas oficiales se hace difícil y van al mercado negro de autopartes”, explicó a Clarín una fiscal con vasta experiencia.
Según la funcionaria judicial, otro delito que sigue en aumento son los denominados “robos al voleo”, considerados en la jerga como “robos fáciles”, ya que pueden ser arrebatos en la vía pública de un celular o la billetera, por ejemplo.
“En muchos lugares no se vende droga con dinero, sino que aceptan cualquier objeto de valor a cambio como un celular o zapatillas. Todo lo que se pueda revender sirve. Es como un ´Club del truque´ por estupefacientes”, explicó.
Los motochorros: peligro constante
Dos personas en una moto de alta cilindrada o de las denominadas “enduro”. Usan cascos con colores oscuros u opacos. No es por seguridad sino para no ser identificados a la hora de cometer un asalto.
De esta manera se presentan los motochorros. Generalmente sorprenden a sus víctimas cuando van caminando o circulando también en motocicleta.
El que va de acompañante es el encargado de mostrar el arma de fuego y bajar en busca de la víctima para que se caiga al piso y entregue sus pertenencias.
“Elijen la moto porque les da mayor facilidad para desplazarse en el tránsito y mayor velocidad para huir de la persecución policial o abordar a la víctima. Con la moto pueden subir a una vereda, robar y escapar en contramano”, explicó la fuente consultada.
A este tipo de delincuentes no les importa arrastrar a las víctimas, que usualmente son mujeres.
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Castelar: balearon a un médico para robarle la moto
«Los robos son muchos más violentos. Se nota nota mucho la crisis en el humor social. Existe un aumento generalizado de en todos los tipos de robos. En lo que respecta a motochorros es depende la zona y por el control que hace la policía en la calle», afirmó a este medio otro investigador.
En la última semana fueron víctimas de este tipo de delitos varios policías de la Ciudad y un médico que fue atacado cuando salía para ir a su trabajo en la localidad de Castelar, en Morón.
El crimen del Oficial 1° Braian Samuel Zacarías Coria (34) en manos de motochorros, derivó a que el intendente de Morón, Lucas Ghi, decida el cambio del titular de la Secretaría de Seguridad municipal y de la Departamental de Policía.
Otro de los crímenes que conmocionó a los vecinos del conurbano fue el de Hilda Cristina Tello (45), quien fue alcanzada por una bala disparada por motochorros que intentaron robarle el auto a un hombre mientras lo estaba lavando en la vereda.
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Matan a una mujer cuando el chofer del colectivo en el que viajaba intentó evitar un robo
Tello, madre de ocho hijos, murió a bordo del interno 623 de la línea 174 cuando el chofer Cristian Paz (45) lanzó el colectivo para evitar el robo de un auto a la altura de la calle Lynch al 2800, en una zona residencial ubicada a unas 20 cuadras de la Rotonda de San Justo.
PS