El Gobierno de Zaragoza ha aprobado en su reunión de este viernes realizar dos operaciones financieras para sufragar su parte de la construcción del nuevo estadio de La Romareda, que permitirá ahorrar entre 35 y 50 millones de euros en intereses al no tener que acudir a un préstamo bancario.
Una de las operaciones es la ampliación de capital de 20 millones de euros y la otra un préstamo participativo de 16 millones de euros. El Gobierno de Aragón aportará otro tanto en cada concepto según el acuerdo alcanzado entre ambas instituciones y con el respaldo del Real Zaragoza.
Los 20 millones procederán de la modificación presupuestaria en las partidas plurianuales del presupuesto de 2025 a 2028 de las cuantías previstas para la Ciudad Inteligente del Deporte y también se aprovechará el final del préstamo participativo a la sociedad Zaragoza Alta Velocidad (ZAV) que vence en 2026 y que suponía comprometer 10 millones de euros anuales.
La distribución anual que se hará de estas cuantías supondrá que en 2024 habrá 3,2 millones de euros; en 2025 se alcanzarán los 9,1 millones; en 2026 serán 21 millones; en 2027 habrá 11,1 millones; y en 2028 los 7,1 millones de euros restantes.
La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha dado a conocer estas dos operaciones y sobre las condiciones del préstamo participativo ha dicho que «están por concretar», pero se ha mostrado convencida de que las condiciones serán «más ventajosas que las de un banco». Sobre el tiempo de amortización ha dicho que se devolverá por parte de la sociedad cuando se comience a tener ingresos por la explotación del estadio y los usos vinculados.
HABLAR CON LA OPOSICIÓN
Chueca ha informado de que los costes previstos de todo el proyecto de la Nueva Romareda, incluido el estadio, el campo provisional y los coste operativos, suponen unos 170 millones de euros. En concreto el nuevo estadio son 150 millones, el campo modular o provisional ascienda a 15,3 millones de euros y el resto gastos de operaciones de la sociedad hasta finales de 2028.
En rueda de prensa, ha dicho que lo que se necesita de «urgencia» es que cuando se adjudiquen las obras del campo, a finales de este año, se tengan los créditos suficientes en la sociedad La Nueva Romareda. «Por lo tanto, lo que hemos decidido de forma conjunta Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza y por supuesto con el tercer socio, es no recurrir a financiación externa, no recurrir a financiación bancaria, sino que sean las propias administraciones las que financien esta operación y es lo que nos permite ahorrar entre 35 y 50 millones de euros».
Ha defendido la elección de esta fórmula porque se evita que la sociedad La Nueva Romareda en caso de recurrir a financiación externa, «podíamos caer en un riesgo del cómputo de la deuda para el Ayuntamiento de Zaragoza que no nos favorecía». Valorando los tiempos y los costes que se podían ahorrar para dedicar a otros proyectos de ambas administraciones, así como evitar que compute a la deuda se ha acordado hacer esa financiación con aportaciones públicas.
A su parecer, «es una muy buena solución» porque permite tener a tiempo el crédito disponible independientemente de que esta situación que se genera ahora, que es para compasar las necesidades de la sociedad, se pueda modificar más adelante, cuando o bien el Real Zaragoza «pueda cambiar su situación económica y poder recuperar la parte que ahora mismo se diluye del capital, o bien entrar un nuevo socio si fuese interesante para la sociedad La Nueva Romareda».
Ha abundado en que estas operaciones sobre todo permiten tener autonomía, garantizar y salvaguardar la construcción del estadio de fútbol en tiempo y forma. Además, es una garantía para que los planes de la ciudad» no se vean afectados» y, por tanto, «seguir avanzando, como en el último año y medio, sin pausa, para cumplir con las obligaciones y, a la vez, ir solventando las situaciones que vamos requiriendo».
Estas operaciones financieras tendrán que pasar por el pleno municipal y contar con el apoyo de la oposición, ya que el Gobierno de la ciudad está en minoría. Por ello, les ha dicho que «es una nueva etapa» y ha confiado en que todos los grupos «no solo VOX, sino que también el PSOE lo apoyen porque es la forma más eficiente de reducir costes financieros a la sociedad La Nueva Romareda hacer el estado en tiempo para ser sede del Mundial de Fútbol 2023»
Por ello, ha avanzado que la próxima semana comenzarán las reuniones con los tres grupos municipales de la oposición –PSOE, VOX y ZeC– con la esperanza de tener los votos necesarios para disponer este año de la parte proporcional de la financiación que se necesita para cuando se adjudique la construcción del nuevo estadio.
Al respecto, ha recordado que VOX ha apoyado la construcción del nuevo estadio y las distintas operaciones que se han ido haciendo en los últimos cinco años. «Desde que está VOX en el Ayuntamiento de Zaragoza siempre ha apoyado a la construcción de la Nueva Romareda», ha recalcado.
APLAZADO
Chueca ha reconocido que realizar la Ciudad Inteligente del Deporte «será complicado este mandato» y ha apostado por concentrar los esfuerzos en «la prioridad» que es el estadio de fútbol.
No obstante, ha dejado claro que la Ciudad Inteligente del Deporte «no muere como proyecto», sino que por la capacidad que tiene el Ayuntamiento de ejecución y de producción se ha priorizado la Romareda y el otro «se queda un poquito aplazado».
También porque ese espacio, en el Actur, va a estar durante los próximos años con el campo modular o portátil, que formará parte de lo que será el futuro de la Ciudad Inteligente del Deporte. Ha calculado que ese proyecto técnico empezará a partir del año que viene, pero «ahora mismo se ha priorizado lo más urgente».
En cuanto a la ausencia del Real Zaragoza en formar parte de esta operación financiera que asumen el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza ha dicho que el club de fútbol «tiene que recuperarse de la herencia recibida por el anterior presidente, Agapito Iglesias».
Sobre si se descarta la incorporación de un cuarto socio a La Nueva Romareda después de esta operación financiera ha dicho que «no está cerrado, pero mientras no aparezca se puede avanzar y quita presión, si bien no se cierra la puerta a que entre un cuarto socio si es interesante».