Este sábado se celebra la final de la Copa Libertadores, que se disputará en el estadio de River Plate entre Atlético Mineiro y Botafogo. La ansiedad para vivir la previa del partido se hizo notar entre los hinchas brasileños que comenzaron, de a poco, a llegar a la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, mientras los fanáticos se preparan para alentar en el Monumental, muchos no pueden evitar señalar un tema que los inquieta: los precios en Argentina.
El Reloj de la Libertadores ubicado al lado del histórico Teatro Colón está colmado de simpatizantes. Wakter, hincha de Atlético Mineiro, mientras se toma una foto expresa su sorpresa al ver los costos de la Ciudad. “Los precios están muy altos. Cuando vas al supermercado las cosas son muy caras. Estoy hace tres días y ya gasté $ 2.000 reales. En un día llegás a gastar más de $ 100.000 argentinos. Es mucho”, comenta mientras mira a su alrededor.
“Una cena en un restaurante son $ 30.000 argentinos. Yo vivo en Maranhão, lo mismo allá me saldría 15 reales”, ejemplifica, casi 10% de lo que cuesta acá. Mientras conversaba con Clarín aseguró que su sorpresa aumentó cuando visitó una franquicia importante de comida rápida. “Un solo combo acá cuesta $ 9.000 argentinos. Con esa misma plata me compro dos combos en Brasil y me sobra”, remarca.
«Una hamburguesa cuesta el triple de lo que pago en Belo Horizonte», dice sorprendido Lucas, un hincha de Atlético Mineiro mientras pasea por calle Corrientes. En el microcentro porteño, Mariana, seguidora de Botafogo, exclama: «Me sorprendió lo caro que está todo. Hasta un café es un lujo aquí«.
Y entre tanto turista futbolero hay uno que se hizo viral en las redes sociales. Se trata de un tuitero conocido como Pedro Certezas, un humorista carioca, hincha del Botafogo que reaccionó indignado porque tuvo que pagar $ 20.000 por una merienda. Fue en un video que grabó para responder una pregunta de sus seguidores: «¿Está caro en la Argentina?».
«Un pedazo de cheesecake y un café en un lugar bien, ¿cuánto me salió? Piense bien, piense…», dijo. «Estamos hablando de 114 reales, ¿ok? Un pedazo de cheesecake y un café. Tengo la suerte de que mi equipo jodió anoche a Palmeiras y está en la final de la Libertadores, no me afecta nada«, termina diciendo.
De igual modo, la relación entre hinchas brasileños y la economía argentina ya tiene antecedentes polémicos. Durante el 2023 y principios de este año, simpatizantes de equipos brasileños que visitaron estadios argentinos habían tenido acciones provocativas, como romper billetes de $ 1.000 en la cara de los hinchas. Este gesto simbólico generó indignación en los locales y mostró el contraste, de ese momento, entre las percepciones de valor en ambos países
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En la visita de Fortaleza al Monumental para enfrentarse a River por Copa Libertadores, varios hinchas del club brasileño rompieron billetes de 100 y 1.000 pesos en un claro gesto de chicana para con los argentinos por la devaluación de la moneda local.
Ir al Obelisco es, en estos días, como adentrarse en una fiesta exclusivamente brasileña. En todos los sectores turísticos de Capital Federal se pueden observar las camisetas blancas y negras, los cánticos y las camisetas de ambos equipos inundan cada esquina del Microcentro porteño.
Un grupo de amigas de Botafogo comparte su experiencia a este medio. Luisa, Natalia y Gabriela, oriundas de Río de Janeiro, cuentan que ya recorrieron lugares turísticos como Caminito y La Boca, pero el entusiasmo inicial quedó opacado por los gastos. “Una pizza, helado y bebidas para las tres nos salió $ 150.000. En Río, por lo mismo, gastaríamos $ 20.000 argentinos”, señala Luisa. Aunque aprovecharon la plataforma muy utilizada en Brasil (Pix) para hacer un cambio más favorable, “igual es muy caro”, agregaron en coro las tres.
En tanto, un grupo de hinchas de Belo Horizonte, seguidores de Mineiro, detalla los contrastes. Pedro Barbosa relata: “Hoy fuimos a la Bombonera y en un almuerzo para cuatro personas gastamos 150 dólares. En algunas cosas los precios son similares, pero la comida es otra cosa, mucho más cara”. Diego Camilo coincide: “Una hamburguesa en una cadena en Brasil cuesta 40 reales, acá más de 75”.
Controles y más brasileños que llegan al país
Desde Migraciones confirmaron la llegada de 26.398 brasileños entre jueves y viernes. Detallaron que el ingreso más grande fue por el paso fronterizo del puente Tancredo Neves (7.821 turistas) seguido por los aeropuertos de Aeroparque (6.818) y Ezeiza (6.507). Para este viernes se esperaba el ingreso de 200 micros.
Clarín pudo saber, según estimaciones de los distintos actores, que el gasto por cuestiones turísticas sería de 16 millones de dólares. A su vez, acompañando esta final histórica, la Ciudad de Buenos Aires desplegó un operativo de seguridad con 1.500 efectivos que vigilan puntos turísticos, fan zones y los accesos al Monumental. Además, la Dirección Nacional de Migraciones reforzó la atención en aeropuertos y pasos fronterizos para agilizar la llegada de miles de fanáticos desde ciudades como Río, Belo Horizonte y Porto Alegre.
Mientras los hinchas disfrutan del ambiente futbolero y recorren los sitios emblemáticos porteños, queda claro que para muchos la emoción de la final viene acompañada de un desafío: el de adaptarse a una economía distinta y a precios que, para ellos, son “inalcanzables”.
AS