El Barrio Residencial Rural, ubicado sobre la ruta E-53 en Juárez Celman, ha sido escenario de una creciente serie de robos desde la apertura de una nueva conexión entre la ruta E-53 y la ruta 9. Esta nueva ruta, que facilita la salida rápida hacia otros puntos, parece haber incrementado la vulnerabilidad del barrio, permitiendo que los ladrones escapen a través de los campos aledaños.
«Durante muchísimos años fue la paz absoluta, pero con la nueva ruta que sale de la E-53 a la Ruta 9 nos hemos llenado de sucesos lamentables», lamentó Magdalena Babiuch, vecina del barrio durante el programa After Office de Radio Punto a Punto.
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Los robos en el barrio siguen un patrón similar: los delincuentes cortan cercos, ingresan a las propiedades y, tras saquear las viviendas, huyen hacia los campos, desde donde escapan hacia la ruta.
En uno de los días más críticos, los vecinos denunciaron hasta cuatro robos simultáneos en el mismo horario. Aunque la policía aumentó su presencia en el barrio, los patrullajes se concentran en las calles, mientras que los delincuentes siguen usando los campos como vía de ingreso-egreso.
«Le pedimos a la policía que no se queden en el domicilio, sino que entren a los campos, que es a donde huyen los ladrones», explicó la vecina.
Los ladrones venden las pertenencias or Marketplace
En uno de los incidentes recientes, Babiuch relató cómo tres vecinos tomaron la iniciativa de ingresar al campo y lograron recuperar algunos de los objetos robados, además de encontrar un automóvil en el que los ladrones planeaban cargar las pertenencias. A raíz de este hallazgo, los vecinos identificaron al dueño del vehículo y, mediante redes sociales, hallaron varios objetos robados que estaban siendo ofrecidos a la venta en Marketplace.
«Empezamos a atar cabos y nos topamos con el Facebook de la persona que roba y nos encontramos con los objetos robados de los vecinos en su página de Marketplace», reiteró Babiuch.
Pese a presentar videos y evidencias a la policía y a la fiscalía, aún no se ha actuado para detener a los responsables.
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«Los robos están, pero también nos da mucha bronca el actuar de la policía. Hasta les hemos pasado planos por dónde deberían entrar, dónde deberían salir ellos, dónde cerrar, pero no lo hacen».
Así y todo la localidad cuenta con un Centro Municipal de Videovigilancia, que monitorea la zona con más de 130 cámaras y cuatro domos de alta seguridad. Sin embargo, los residentes afirman que el servicio de monitoreo no parece estar funcionando en su sector, ya que los robos continúan sin interrupción. «Supongo que es para algunos ciudadanos de Juárez Calman, no para todos. Si los monitorean no estamos al tanto«.
La comunidad pide una intervención más efectiva y solicitó que los patrullajes incluyan el área de los campos, donde se da la actividad de los delincuentes. «Agradecemos que los policías circulen en el barrio, pero nosotros necesitamos gente en el campo. Que haya alguien que ingrese a los campos porque si no vamos a seguir eternamente en lo mismo y los vecinos se están jugando la vida de ir al campo», concluyó Magdalena Babiuch.