Débora Nishimoto, más conocida como «la China», se sorprende por la fama que llegó a su vida de repente. En pocas semanas, tuvo que hacer un curso acelerado sobre cómo manejarse en los medios. El éxito de su personaje en la serie «Envidiosa», sumado a las fotos donde se la vio con Esteban Lamothe, le dio una visibilidad que, hasta ese momento, le parecía impensada. “La verdad no me lo esperaba, estoy muy contenta. A la semana de que se estrenó Envidiosa, me fui a España y en el aeropuerto fue una locura”, dice.
En el aeropuerto, la actriz vivió un momento increíble. “La fila del check-in no avanzaba, yo estaba ahí parada y de repente, empecé a sentir las miradas. Unas nenas de 12 años vinieron a pedirme una foto y le decían a la mamá que querían sentarse conmigo todo el vuelo, y yo como ‘ay, son 13 horas, no sé‘”, recordó. Esa experiencia la hizo darse cuenta de que su vida había cambiado drásticamente.
Débora también habla sobre los rumores de romance con Esteban Lamothe, que surgieron tras la publicación de una foto borrosa de ellos. “La gente está como loca. Salió una foto toda borrosa, ahí creo que en LAM, y yo al toque me fui a España, entonces fue como el meme de la nena, ¿viste?, con el incendio atrás”, comenta. La situación se volvió más complicada para el actor, que se quedó en Argentina y fue perseguido por los medios.
“Yo me fui a presentar una película por veinte días a Europa y dije ‘bueno, voy a fingir que esto no está pasando’”, agrega. A pesar de las especulaciones, Débora no se preocupa demasiado. “A la pregunta de todos, sí, somos nosotros los que estamos en esa foto, no lo vamos a negar. Que la próxima me saquen una foto un poco más linda, no sé, caminando, los dos con un café en la mano”, dice, riendo sobre la imagen poco favorecedora.
LA CONFESIÓN DE DÉBORA NISHIMOTO
“Yo creo que lo actué muy bien igual en ese momento, pero capaz ya se notaba, no sé, la verdad, sí, sí”, admite. A lo largo de su relación, ella y Esteban decidieron tomarse su tiempo para conocerse mejor. “En su momento dijimos que nos estábamos conociendo y ahora seguimos profundizando en el conocimiento”, asegura, mostrando su deseo de que las cosas fluyan naturalmente.
Finalmente, Débora revela que el fenómeno de la fama la dejó un poco aturdida. “Lo más loco es que me pasó que gente común, por ejemplo en el aeropuerto, venían a preguntarme si estábamos juntos y yo no estoy acostumbrada a eso”, concluye. Con su nueva vida mediática, la China aprende a lidiar con la atención del público y las cámaras.