Dos medios internacionales informaron que el expiloto de Fórmula 1, Michael Schumacher, estuvo presente en la mansión familiar en Mallorca para asistir a la boda de su hija Gina. Esta inesperada aparición marcó un momento sumamente especial en la ceremonia, dado el hermetismo que la familia ha mantenido desde el grave accidente que Schumacher sufrió mientras esquiaba en los Alpes franceses en 2013.
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La ceremonia nupcial, que comenzó alrededor de las 16:15, se celebró en un ambiente íntimo, rodeado de exuberante vegetación. Fue un evento emotivo y sencillo, con una duración de aproximadamente media hora. Tras el intercambio de votos, los novios y sus invitados disfrutaron de un banquete seguido de una alegre fiesta con música country en vivo. El ambiente familiar y cercano resaltó la unión entre los presentes, haciendo de la boda un día verdaderamente memorable.
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La presencia de Schumacher en la boda de su hija generó especulaciones sobre un posible cambio en la estricta política de privacidad que su esposa, Corinna Schumacher, sostuvo firmemente desde el accidente. Aunque el estado de salud del expiloto sigue siendo un tema reservado para un pequeño círculo de amigos y familiares, su asistencia al evento ha sido vista por algunos como un indicio de que la familia podría estar dispuesta a ser más flexible en cuanto a su exposición pública.
A pesar de las estrictas medidas de seguridad que rodearon la ceremonia, tanto el diario británico The Mirror como el alemán Bunte confirmaron la presencia de Schumacher en el evento.
La esposa de Michael Schumacher creía que ángeles de la guarda protegían al piloto F1
“Extraño a Michael todos los días”, dice Corinna, la mujer de Michael Schumacher. En diciembre se cumplirán nueve años del fatídico accidente que sufrió el mítico campeón de Fórmula 1. Por primera vez desde aquel 29 de diciembre de 2013, Corinna, de 52 años, habló sobre todo lo que sucedió desde entonces.
“No soy solamente yo quien lo extraña. Son los niños, la familia, su padre, todos los que lo rodean”, relata la esposa de Schumacher. “Todo el mundo lo extraña; pero Michael está aquí, diferente, pero aquí. Todos los días me demuestra lo fuerte que todavía es.”
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En “Schumacher”, toda la familia del corredor de Fórmula Uno aporta su testimonio. Su padre Rolf, su hermano Ralf, y sus hijos Gina-Maria y Mick Schumacher, quien siguen los pasos deportivos de su padre. También personajes que forman parte del mundo de la Fórmula 1. Más allá de la emoción de la familia del Schumacher, en el documental también se desliza a través de Corinna las dudas respecto a las condiciones de nieve que había en Meribel, el centro de esquí de los Alpes franceses, donde el corredor se accidentó.
“Un rato antes de que pasara lo de Meribel, él me dijo: ‘La nieve no es óptima; podríamos volar a Dubai para hacer paracaidismo’”, cuenta ella. Y esa fue una de las últimas cosas que ambos hablaron. Luego, la historia es conocida: en un descenso con su hijo –de entonces 14 años– Schumacher chocó contra una piedra. Una lesión cerebral severa y seis meses de coma.
“Nunca le eché la culpa a Dios de lo sucedido. (El accidente) fue mala suerte, toda la mala suerte que cualquiera podría tener en su vida”, dice Corinna quien, confiesa también que siempre creyó que “ángeles de la guarda” protegían a Schumacher en cada carrera de Fórmula Uno.
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“No sé si es que uno mismo se levanta una especie de muro protector o quizá uno es, de alguna manera ingenuo; pero es que simplemente, nunca pensé que algo malo podría sucederle a Michael. Siempre había superado las carreras de forma segura”, se sincera Corinna.
Hasta este documental, la única vez que habló de su marido fue a través de un abogado para desmentir la noticia de la muerte de Schumacher. La familia vive en Suiza y en la misma casa el corredor transita este presente desde hace casi ocho años. Y todos ellos acordaron mantener en privado el devenir de la salud del piloto.
JCCL / Gi