Editorial Perfil y su fundador, Jorge Fontevecchia, avanzaron con cuatro presentaciones judiciales contra Javier Milei a raíz de los constantes ataques que el ahora Presidente viene realizando desde hace, por lo menos, dos años, en respuesta a las investigaciones periodísticas y notas de opinión que NOTICIAS y Diario Perfil publican sobre él y su espacio político La Libertad Avanza.
Las violentas respuestas del Presidente surgen por diversos motivos. Desde la investigación sobre los plagios en sus libros, los cuales firmó como propios, hasta simples críticas sobre diversos aspectos de su gestión. La única respuesta que entiende Milei es la agresión. Mucho más cuando NOTICIAS publica información acerca del tema que más preocupa al Presidente: sus vínculos esotéricos con personas y mascotas ya fallecidas.
El 8 de abril del 2024, en una entrevista realizada por Alejandro Fantino en Neura Media, el Presidente incluso llegó a celebrar una hipotética quiebra de Editorial Perfil, algo que nunca sucedió, a pesar de que Milei afirmó que así había sido. De hecho, una empresa quebrada habría dejado de existir y en los últimos diez años lo que pasó fue exactamente lo contrario: Perfil se convirtió en una empresa multimedia con cuatro canales de televisión, dos radios, veinte sitios web, un diario y numerosas revistas.
Modus operandi
En esa entrevista, Milei redobló sus ataques y, con una sonrisa, afirmó: “(Perfil) va camino a la quiebra, así que ¡qué bueno!”. Por este motivo se le iniciarán dos causas en la Justicia. Por un lado, una en el fuero civil, por los daños y perjuicios que ocasiona una mentira agravada por el hecho de ser dicha por quien ostenta el mayor poder del Estado. La otra, de índole penal, por afectar maliciosamente el desenvolvimiento de una empresa privada. Pero los ataques del libertario no terminan ahí.
En X (antes Twitter), su red social preferida y lugar en el que basa su comunicación oficial, el Presidente suele tener como blanco favorito de sus ataques a Editorial Perfil y sus productos periodísticos, como así también al fundador de la empresa, Jorge Fontevecchia.
Desde agravios personales a Fontevecchia hasta acusaciones infundadas sobre el financiamiento de la editorial, Milei tuitea o comparte mensajes agraviantes. Lo que parece desconocer es que, aunque no sea el autor de dichos mensajes y solo los comparta en su red, o aunque omita por caso nombrar a Fontevecchia y usar apodos creados por él, eso no lo exime de la responsabilidad por sus dichos.
Esta campaña de mentiras y descalificaciones con la que viene atacando a los medios y periodistas más críticos (incluso a algunos oficialistas), y que también afectó al fundador y a otros periodistas de esta editorial, motivará un tercer juicio. De hecho, la semana pasada, el periodista Jorge Lanata, otra de las víctimas del Presidente, afirmó que el también recurrirá a la Justicia por el mismo motivo.
Maniobra K
El cuarto juicio será por discriminación con la distribución de la publicidad oficial, ya que, pese a sus promesas de que el Estado no invertirá en difundir los actos de Gobierno, hay empresas públicas como Aerolíneas Argentinas, Banco Nación e YPF que realizan campañas publicitarias. Como ya lo hizo el kirchnerismo, otra vez un Gobierno vuelve a usar la pauta oficial como herramienta de premios y castigos. Y, otra vez, esta editorial está entre los castigados. Se realizará un amparo para que esas empresas cumplan con los fallos judiciales vigentes y no usen esa herramienta para aleccionar al periodismo.
En el año 2011, Editorial Perfil obtuvo un fallo de la Corte Suprema condenando a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Se trata de una célebre sentencia que sentó jurisprudencia en contra de la discriminación. Es la primera vez desde entonces que un Gobierno vuelve a utilizar de esa forma los fondos públicos. El estudio que representó a Perfil en aquel juicio es el mismo que lo hará en esta ocasión: Cassagne.
Tras los últimos ataques presidenciales, en su programa de Net TV y Perfil Radio, Jorge Fontevecchia le había respondido así a Milei: “Le vamos a decir al Presidente: no pudo quebrarnos la dictadura militar, ni Menem con sus 30 juicios, ni las bombas, ni los asesinos de José Luis Cabezas, ni tampoco pudo Néstor Kirchner poniendo cero de publicidad oficial. Tampoco va a poder quebrarnos usted”
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