Ryo Yoshida, director ejecutivo de la nueva empresa Tsubame Industries, acaba de crear el imponente Archax, un robot modular inspirado en la cultura mecha japonesa que aparece en series como Gundam o películas como Transformers.
Se trata de una mole que mide 4,5 metros de altura y pesa 3,5 toneladas. Puede convertirse en auto y alcanzar una velocidad de 10 kilómetros por hora. Además, cuenta con 26 articulaciones que le permiten realizar diferentes tipos de movimientos.
“Japón es muy bueno en animación, juegos, robots y automóviles, así que pensé que sería genial crear un producto que reúna todos estos elementos”, dice su creador.
ARCHAX cuenta con un «modo robot» vertical y un «modo vehículo». El piloto se ubica en la parte del torso y puede manejar con un joystick el aparato en cualquier modo, viendo lo que hay en el exterior a través de monitores de cabina.
El imponente ARCHAX de Tsubame Industries.Dos joysticks, pedales y una pantalla táctil forman parte de esta consola de mando, brindando un control preciso y completo sobre las acciones del mecha.
El panel de control del ARCHAX es una obra maestra de la ergonomía. Su diseño se asemeja al de la maquinaria que se utiliza en la construcción, lo que permite a los operadores sentirse cómodos y familiares con los controles.
«Esta es una idea en la que el piloto no sólo subiría a bordo de un robot, sino que también se sentiría como si él mismo se convirtiera en el robot, como si se volviera gigantesco», explica Yoshida.
A su vez, trae cámaras externas que muestran imágenes en directo a los monitores de la cabina y esto permite que se pueda desplazar. Su estructura se basa en cuatro patas de apoyo que están articuladas y soportan el torso robotizado, aunque su forma de moverse es gracias a un sistema de cuatro ruedas.
ARCHAX se erige sobre un chasis robusto, una combinación de aleación de hierro y aluminio, que brinda estabilidad y resistencia a este coloso mecánico. Su exterior, por otro lado, se compone principalmente de plástico reforzado con fibra (FRP), un material que ofrece una combinación ideal de ligereza y durabilidad.
Otra de sus características es la capacidad de levantar objetos de hasta 15 kilogramos gracias a sus dedos articulados. Este robot es mucho más que un mero espectáculo visual.
Más allá de su estética, Yoshida tiene la intención de construir y vender cinco ARCHAX y espera que pueda usarse para controlar catástrofes, asistir en terremotos o en la industria espacial.
El precio por unidad alcanza los 400 millones de yenes o unos 2.75 millones de dólares. De momento, viene en cinco tonos: sapphire blue, pearl white, spark red, atlantis green y midnight purple.
Robots guardianes
Perros robot.Como anticipó un capítulo de Black Mirror, los perros robotizados comienzan a ser una tendencia. Estos dispositivos apuntan a convertirse en una herramienta para el control de perímetros barrios cerrados y fábricas.
Sus características técnicas están potenciadas en su mayoría por inteligencia artificial. Con un «cerebro» (CPU) de 16 núcleos y una tarjeta gráfica (GPU) de 384 núcleos, estos robots cuentan con un potente software que permite interactuar con una variedad de aplicaciones y análisis de datos avanzados.
Además, ofrecen transmisión en vivo a un centro de monitoreo mediante cámaras térmicas y muchas otras funcionalidades.
Los robots cuentan con un sistema inteligente de acompañamiento lateral, es decir, pueden caminar sin interferencias al lado de su humano, lo que es más eficiente y seguro que el modo de seguimiento convencional. La interacción logra ser armoniosa y segura, casi como la natural con una mascota.
SL