El Ministerio de Salud informó este viernes que envió 300 dosis de vacunas a la provincia de Tierra del Fuego, con el objetivo de combatir el brote de coqueluche, la tos convulsa que puede afectar a toda la población.
Fuentes oficiales indicaron a la agencia Noticias Argentinas que la cartera sanitaria acompaña a los especialistas de la ciudad de Ushuaia en “el seguimiento de la estrategia de bloqueo, el monitoreo de la situación epidemiológica y la provisión de insumos para profilaxis”.
Se reportaron 58 casos de 135 sospechosos hasta la semana epidemiológica 40, a la vez que en la capital provincial se registraron unos 700 contactos estrechos. Los síntomas del último contagio notificado comenzaron el 3 de octubre y las autoridades identificaron tres cadenas de transmisión.
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La mayoría de las infecciones se concentraron en los adultos, mientras que los niños de entre 5 y 9 años se encuentran en segundo lugar y, en menor medida, en los grupos de 15 a 19 y de 2 a 4 años.
Salud concretó el envío de 500 tratamientos de azitromicina suspensión (200 mg/5 ml), destinados al abordaje terapéutico y preventivo de los casos y contactos estrechos.
Además, se distribuyeron unas 300 dosis de vacuna séxtuple a fin de aplicar un esquema acelerado de inmunización en recién nacidos que permita que los bebés cuenten con las tres dosis iniciales a los tres meses y medio y se apliquen dos refuerzos a los 6 meses y a los 5 años.
La coqueluche consiste en una tos convulsa o ferina que se previene con la vacunación y afecta a todos los habitantes, pero presenta mayores tasas de morbilidad y mortalidad en lactantes y niños pequeños.
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Las inoculaciones abarcan los 2, 4 y 6 meses, más un refuerzo entre los 15 y 18 meses.