La reciente metamorfosis de Aconcagua Energía en Tango Energía fue descrita por María Eugenia Schiaffino, líder de Operaciones y Proyectos en Oil & Gas, como “una clase magistral sobre el nuevo paradigma de poder y valor en Vaca Muerta”. En un análisis publicado en su cuenta de LinkedIn, la especialista destacó que lo ocurrido va mucho más allá de un rescate financiero: representa el renacimiento de un modelo empresarial más ágil, territorial y orientado a la ejecución.
El cambio de Aconcagua —una compañía con activos sólidos pero estructura financiera debilitada— a Tango Energía, hoy liderada por Pablo Iuliano, ex CEO de YPF, fue posible gracias al movimiento estratégico de Vista Energy y Trafigura, los acreedores principales. Para Schiaffino, lo sucedido constituye una “clase práctica de cómo el liderazgo y la ingeniería financiera pueden redefinir el futuro de una empresa energética”.
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En su publicación, Schiaffino planteó que los acreedores no actuaron como simples prestamistas, sino como “conquistadores financieros”. En lugar de ejecutar la deuda o liquidar activos, Vista y Trafigura aprovecharon su posición para tomar el control de la compañía y relanzarla junto a un liderazgo experimentado.
“El poder en el nuevo Vaca Muerta —escribió— no reside solo en la operación, sino en la arquitectura financiera.” La conversión de Aconcagua en Tango Energía ilustra cómo la gestión del capital y la deuda puede ser una herramienta de construcción de poder, y no solo un mecanismo de defensa ante la crisis.
La experiencia como activo central
Para Schiaffino, la segunda gran lección del caso es que “la experiencia mata al potencial”. Mientras Aconcagua contaba con buenos recursos, Tango Energía trae consigo una dirección con trayectoria probada y una cultura enfocada en la eficiencia.
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“El mercado ya no apuesta solo al potencial geológico —planteó—. Apuesta por equipos que saben transformar ese potencial en flujo de caja.” Bajo la conducción de Iuliano, la empresa apunta a una estructura más profesionalizada, con foco en resultados tangibles y en una cadena de valor integrada.
El valor se crea en el territorio
La especialista subrayó también la decisión simbólica y estratégica de la nueva compañía de trasladar su sede a Cipolletti, en el corazón operativo de la cuenca neuquina. “Esa mudanza —escribió— no es logística, es filosófica: es el fin del modelo de gestión a control remoto desde Buenos Aires”.
Con esa medida, Tango Energía refuerza la idea de que el valor en la industria energética se crea en el terreno, cerca de las operaciones, de las comunidades y de los equipos técnicos. La cercanía con la producción, explicó Schiaffino, permite acelerar decisiones y consolidar una cultura de ejecución que prioriza la acción por sobre la burocracia.
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Un nuevo modelo para Vaca Muerta
En su análisis, Schiaffino concluyó que lo ocurrido con Aconcagua “no fue una caída, sino el fin de un modelo de negocio”. En su lugar, surge una empresa más ágil, financieramente inteligente y centrada en la ejecución, que encarna el tipo de liderazgo que demandará Vaca Muerta en los próximos años.
“Lo que acabamos de presenciar —escribió— es el nacimiento de un modelo de poder y gestión que combina experiencia, disciplina y presencia territorial. La pregunta que deberían hacerse los líderes del sector no es cómo evitar una crisis como la de Aconcagua, sino si tendrían la estructura y el liderazgo para ejecutar una jugada maestra como la de Tango.”
