Luego de cumplir un año de relación con Fabrizio Maida, con quien ya dejó en claro que optaron por una pareja abierta, la ex participante de Gran Hermano sorprendió al confesar su faceta tóxica a pesar de mostrarse moderna y libral en cuanto a su noviazgo.
“La primera regla, la principal, es siempre ser la primera persona para el otro. La primera con la que querés estar, la primera con la que querés tener una cita. El día que se pierda eso, es igual que un engaño”, explicó Julieta Poggio en la mesa de Juana Viale sobre las reglas establecidas.
No obstante, desarrolló: “Si estoy en un evento, puedo dar besitos, pero lo otro ya lo tengo con mi novio, no lo necesito. Son como unos permitiditos. Tratamos de no contarnos, que el otro no se entere, no porque no se pueda, sino porque siempre duele un poco más”.
“Lo llevo muy bien, no hay celos. También hay que ser muy seguro. Yo soy muy segura y él también. Es lo contrario de lo que piensa la gente: te da mucha seguridad saber que podés elegir a cualquier persona y siempre te volvés a elegir”, sumó Poggio. Sin embargo, tres Doritos después, en su programa de streaming sus declaraciones se contradicen.
SE CONTRADICE EN LA RELACION
Mientras en Rumis junto a Lisardo Ponce hablaban de revisar los celulares de sus parejas, Julieta lanzó: “Yo me tengo que curar. No puedo, se me va la mano. Al día de hoy. Me quiero curar. Revisaba hasta conversaciones con los padres. Todo. es obvio que voy a encontrar cosas”:
“Tengo una relación abierta. Puede ser de chusma. No sé. Tengo la maña costumbre. El el otro día me lo revisó y me dijo ´te lo digo porque sé que vos lo hacés pero no me lo decís”, remató Poggio quien más allá de mostrarse open mind en el amor tiene su lado tóxico y controlador.