La madrugada de este martes, pasadas las 2 de la mañana, falleció Lolín Rigoni, a sus 100 años, referente indiscutida de las Madres de Plaza de Mayo de Neuquén y Alto Valle. Su compromiso con la búsqueda de los desaparecidos y la exigencia de justicia marcó más de cuatro décadas de lucha ininterrumpida.
Hace apenas unos días, Rigoni había celebrado con emoción la recuperación del nieto 140, hijo de Graciela Romero y Raúl Metz, asesinados durante la dictadura militar. En esa ocasión, resumió su camino con una sola palabra: “persistencia”, la misma que la acompañó en rondas, marchas y actos públicos exigiendo memoria, verdad y justicia.
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Su legado en Neuquén
Las últimas apariciones públicas de Lolín fueron en las rondas de los terceros jueves en el monumento de La Madre, sobre la avenida Olascoaga. Allí, con su pañuelo blanco, dejó huellas imborrables junto a otras Madres, en una lucha que trasciende generaciones. El 30 de abril, en el aniversario de la creación de las Madres, envió un mensaje de aliento y continuidad a los más jóvenes, asegurando que ellos eran “el relevo” de la causa.
Aún no se comunicaron los detalles de su despedida, pero su partida deja un vacío profundo en el movimiento de derechos humanos de la Patagonia.
(noticia en desarrollo)