Sobrevuela sobre su atmósfera ese dedo inquisidor, que la señala, injustamente, y la direcciona otra vez en una cuestión del fuero más íntimo. Yanina Latorre navega por las cumbres de las tendencias por la acusación de Fernanda Iglesias de una nueva infidelidad de Diego Latorre.
La ex angelita perjura que el marido de la famosa entretejió un romance furtivo, en una habitación de hotel, con una mujer de cincuenta y seis años, que habría conocido en el viaje de egresados de Bariloche, en la década del ochenta, con la que supuestamente se reencontró en los últimos meses.
Tras esa publicación de Iglesias, Yanina tomó el toro por las astas y aceleró a fondo con un fuerte descargo y también se animó a aportar más indicios del acuerdo de pareja secreto que mantiene con Diego. “Es incomprobable, pero no me interesa. A mi no me pega mal”, soltó en LAM.
Con una fina sutileza, la angelita más célebre contó: “¿Es catadora de familias? Cada uno se entiende con el marido como puede, chicos después de treinta años de casados…la vida es una familia hermosa, un compañero, yo hago, vos haces”. Y aclaró: “No estoy hablando de pareja abierta, cada uno vive como puede. Para mi es más importante el compañerismo, el viaje, la charla”.
Ángel de Brito indagó con mucho respeto: “¿Qué te pasa a vos con Diego?”. Ante lo cual Yanina confirmó: “Nada, cero. Me da lástima la gente que necesita bardearme, primero que no saben si soy cornuda o no, porque no saben como es nuestro acuerdo”. Y desactivó esas críticas maliciosas que infieren a una comodidad económica: “Gano mucha guita, no necesito que nadie me mantenga”.
«Entiendo que puede haber deslices, no te gusta siempre lo mismo, son muchos años...No me interesa un polvo de Diego, esto le pasa a todo el mundo»
Desenvuelta, con la sinceridad como motor, la angelita describió su modo de experimentar el matrimonio: «Vivo con él porque la pasamos bien juntos, tenemos cada uno sus espacios, no me gustan las relaciones simbióticas, él no me controla, yo no lo controlo«.
Yanina se zambulló en la mayor hondura de su vida pública y confesó: «Siempre fuimos iguales, soy muy independiente. No me gustan los vínculos tóxicos, no soy celosa. Ni siquiera tengo una pareja abierta, entiendo que puede haber deslices, no te gusta siempre lo mismo, son muchos años...».
Hasta que la también conductora de Sálvese quien pueda exteriorizó un mensaje indirecto, que se puede leer entre líneas, al afirmar: «No me interesa un polvo, le pasa a todo el mundo. Esto pasa mucho mas de lo que creemos«.