El conflicto entre Wanda Nara y Mauro Icardi sigue y según contaron en Implacables, el Ministerio Público Tutelar intervino oficialmente en el proceso de revinculación de las hijas y emitió una advertencia clara: ambas niñas estarían sufriendo un daño psicológico como consecuencia directa de la disputa entre sus padres.
Durante el programa, se reveló que la Lic. Matera, profesional asignada al seguimiento del caso, fue quien le pidió cooperación activa a ambos progenitores. La recomendación surgió tras evaluar el estado emocional de las niñas, quienes —según se informó— están siendo manipuladas emocionalmente por ambas partes.
Esta manipulación estaría generando consecuencias profundas en su bienestar y en su percepción del otro progenitor, esta evaluación clave se realizó el pasado 27 de junio en el Chateau Libertador, donde residen Wanda y sus hijos.
A partir de allí, el Ministerio Público sugirió con urgencia que toda la familia se someta a terapia familiar obligatoria y, sobre todo, que los adultos dejen de hablar mal del otro cuando están frente a las niñas. La medida apunta a frenar una escalada mediática y emocional que lleva meses en curso, y que hizo que amenacen a Icardi.
Desde que Icardi inició el proceso judicial para revincularse con sus hijas, tras un extenso período sin verlas, las tensiones no han cesado. Si bien en las últimas semanas el futbolista logró compartir tiempo con ellas —incluso llevándolas a su casa—, se supo que el proceso fue monitoreado de cerca por especialistas del organismo judicial.
En este contexto, se intenta poner freno al constante cruce de versiones, filtraciones y comentarios indirectos en redes sociales, entrevistas y hasta programas de televisión, que muchas veces impactan negativamente en las menores.
Ni Wanda ni Mauro han emitido declaraciones públicas recientes. Sin embargo, en redes sociales, ambos han mostrado momentos con las niñas, aunque sin referirse directamente al conflicto. A pesar de las imágenes “en familia”, lo que se vislumbra detrás del telón es una guerra legal y emocional que todavía no encuentra calma.