El Concejo Deliberante de Colonia Elisa resolvió expulsar a Fernando Romero, de La Libertad Avanza, por un hecho de maltrato animal que derivó en una denuncia penal y fuerte repudio vecinal.
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Fernando Romero, expulsado por matar a un perro en Chaco.
El Concejo Deliberante de la localidad chaqueña de Colonia Elisa destituyó este viernes al concejal de La Libertad Avanza, Fernando Romero, tras un episodio que involucró la muerte de un perro de raza pitbull perteneciente a un vecino. La resolución se tomó luego de conformar una comisión investigadora y de analizar pruebas que, según el cuerpo, comprometían al funcionario en un caso de maltrato animal.
La decisión se adoptó con cuatro votos a favor y dos en contra, y se apoyó en la violación de diversas normas, incluyendo la Ley Nacional 14.346 de protección animal, disposiciones de la Constitución Provincial y la Ley 854-P que regula las responsabilidades de los funcionarios públicos.
El hecho que detonó la polémica ocurrió el 14 de mayo en horas de la noche. Un vecino identificado como M.S.E., empleado rural de 29 años, denunció que su hija de 9 años encontró a su perro “Roco” gravemente herido en el patio de su casa. Según relató, el animal presentaba heridas punzantes que le causaron la muerte poco después.
El ataque al perro y la explicación del concejal
La escena habría sido el desenlace de una pelea entre “Roco” y otro perro llamado “Simón”, propiedad de Romero. Ambos animales ya habían protagonizado enfrentamientos previos, debido a la falta de cercos perimetrales entre las propiedades. Pero esta vez, el conflicto escaló.
Romero no negó su intervención en el hecho y explicó que actuó para defender a su familia. Según su versión, el pitbull ingresó al patio de su casa, atacó a su perro mientras sus hijos cenaban, y en medio del caos, tomó un palo roto con el que terminó hiriendo al animal.
perro.avif
El perro fue encontrado muerto por la hija del denunciante.
En un extenso descargo en redes sociales, el ahora exconcejal sostuvo que utilizó lo que tenía al alcance y que el resultado fue más grave de lo que pretendía. “No fue mi intención inicial”, aseguró, señalando que había advertido a su vecino sobre la agresividad del animal.
Pese a su defensa, el relato que prevaleció en el ámbito institucional fue el del denunciante, que también hizo declaraciones públicas. “Parece que yo soy el violento, pero fue él quien lo atacó. Mi perro fue apuñalado tres veces”, afirmó el joven ante medios locales, aunque también admitió que ambas partes compartían la responsabilidad por la falta de cerramientos.
El episodio generó conmoción en Colonia Elisa, una comunidad pequeña donde el caso tomó fuerte repercusión. Organizaciones proteccionistas también reclamaron sanciones y cuestionaron que un funcionario público tuviera esa conducta.
Más allá de cómo avance la causa judicial, el Concejo resolvió que la conducta del concejal era “incompatible con el ejercicio del cargo”, por lo que ya se prepara la jura del reemplazante. El caso, además, volvió a encender el debate sobre tenencia responsable de mascotas y el alcance de las responsabilidades políticas frente a conflictos vecinales.