Mientras Wanda Nara recorre Europa entre compromisos laborales y unas vacaciones de lujo, su hermana Zaira Nara quedó en Buenos Aires ocupándose del detrás de escena más íntimo de la familia: los cinco hijos de la mediática, las mascotas y un loro muy particular.
En tono de humor, la modelo lanzó un divertido reclamo desde su cuenta de Instagram que rápidamente generó repercusión entre sus seguidores: “Ella en Milán y nosotros con el loro”. Wanda comenzó su travesía hace una semana.
Primero estuvo en Milán para una audiencia por su divorcio con Mauro Icardi donde sufrió un grave robo, luego Roma, hizo una escala fugaz por Múnich y actualmente disfruta del mar en Ibiza. Mientras tanto, los chicos Valentino, Constantino, Benedicto, Francesca e Isabella permanecen al cuidado de su abuelo Andrés y de su tía.
Con la simpatía que la caracteriza, Zaira compartió imágenes del fin de semana que pasó en el departamento de su hermana, ubicado en Avenida del Libertador. Se la ve jugando con sus hijos, Malaika y Viggo, y con sus sobrinos en distintas escenas hogareñas, entre risas, juegos y complicidad.
Uno de los protagonistas de estas publicaciones fue PP, el loro que recibió la familia como regalo del abuelo Juan Carlos Icardi, tras una visita a Rosario. Desde entonces, el ave se volvió una celebridad en el entorno Nara. En una de las fotos, puede verse a las niñas acariciando al loro, mientras los más chicos observan con fascinación.
Pero la perlita del fin de semana llegó en un video en el que Zaira y su padre, Andrés, aparecen tomando mate en el living del departamento. Con humor y algo de picardía, el abuelo lanzó: “El loro no entiende nada”, provocando la risa de su hija.
“Bueno, nos dejaron acá”, retrucó Zaira entre carcajadas. Y agregó: “O sea, Wanda en Milán y nosotros acá con el loro”. Andrés sumó otro dato: “Y Nora en Italia”, en alusión a su exmujer. “Nos re cagaron”, concluyó la modelo, desatando risas entre todos.
PP, lejos de vivir en una jaula, pasea libremente por el elegante Chateau Libertador. Tiene su propia “casa” de cartón decorada con marcadores, una tacita con forma de corazón para tomar agua, y hasta una sesión de fotos junto a las niñas en pijama, que demuestra cuánto cariño le tienen.
Entre glamour europeo y momentos de ternura familiar, la postal de los Nara demuestra que, mientras una hermana brilla en el exterior, la otra se encarga con amor (y humor) del caos adorable que quedó en casa.