Si es así, Tim Ballard tiene poderosos amigos y detractores en cada lugar donde actúa. En Estados Unidos, es amigo del presidente Donald Trump pero fue acusado por abusar de varias mujeres que trabajaron o colaboraron para su fundación.
Quién es Tim Ballard, el norteamericano que no paso el filtro del Gobierno
En Argentina, intentó, sin ningún éxito, que la ministra de seguridad, Patricia Bullrich lo atendiera por poseer información sobre la desaparición de Loan en la provincia de Corrientes y la funcionaria nacional tampoco le prestó atención a su propuesta de instalar un soft para «cazar» en la deep web a los internautas que posibilitan el lucrativo negocio de la trata de personas, uno de los pilares del crimen organizado a nivel mundial.
La ministra Bullrich abogó para que el Presidente Milei no reciba en audiencia a Ballard, explicando que el estadounidense tiene una gran cantidad de denuncias de abuso de parte de sus colaboradoras.
Tim Ballard acaba de hablar, porque en Buenos Aires trascendió este desencuentro con la ministra de Milei y el diálogo que habría sostenido con la periodista de canal 13, y aseguró que no busca dinero estatal a cambio de su programa, sino que se financia por canales privados.
En una declaración pública, donde repasa su trayectoria como una suerte de justiciero con ‘chapa’, dedicado al rescate de niños en situación de explotación sexual —una labor retratada en la película Sueños de libertad, del cineasta mexicano Eduardo Verástegui—, Timothy Ballard también se refiere al estado de las investigaciones por abuso iniciadas en su contra en Estados Unidos.
En el país del norte, Ballard está claramente posicionado políticamente como un conservador que apoya de manera apasionada la orientación de la administración de Donald Trump. En algunas conferencias conservadoras, Tim Ballard logró fotografiarse con el presidente argentino, Javier Milei.
Ballard, ex agente especial del departamento de seguridad nacional de EE.UU. explica que: «Durante más de 20 años he estado luchando contra el tráfico de niños, primero en el gobierno de EE.UU. y luego desde el ámbito privado. Tras el éxito de la (película) Sound of Freedom anuncié que pensaba postularme al senado para ocupar el cargo que dejó libre el senador Mitt Romney. Acto seguido, un grupo de oposición destinó varios millones de dólares a ejecutar un ‘asesinato de reputación. Ese grupo logró reclutar a varias actrices que habían trabajado conmigo en operaciones encubiertas. Ellas servirían como pantalla para no tener que relacionarse con las prostitutas o los niños que estaban secuestrados y siendo explotados sexualmente».
Acerca de estas acusaciones explicó, «lamentablemente, los niños que están siendo abusados se encuentran, en su mayoría, en los lugares más oscuros, y allí es donde nos toca ir para poder rescatarlos. De las seis demandas presentadas en la corte, cuatro ya han sido desestimadas por falta de pruebas y, en algunos casos, incluso han tenido que pagar los gastos de mis abogados. En este momento, solo quedan pendientes dos de ellas, de las cuales esperamos obtener una sentencia favorable muy pronto. Todas estas personas están hoy demandadas por difamación, y por divulgación de material confidencial en el marco de una investigación».
Ahora bien, en la Argentina de Milei, Tim Ballard tiene lugar. Pero, muy pobre, a juzgar por una reunión frustrante para el estadounidense con gente de Patricia Bullrich.
La propia ministra de Seguridad había explicado a NGFederal que «…el señor Tim Ballard se aprovechó de mujeres, tiene 23 causas por abuso y fue expulsado de todas las organizaciones contra la trata de las que participaba. Yo cuido mi gobierno. Él quiso meterse aquí y no lo dejamos. Hablé con Eduardo Verástegui, director de la película, y también lo apartaron de la organización», señaló.
Milei, Villarruel, Verástegui y las promesas de campaña
Uno de los puntos que Bullrich debe recordar, y por los que citó el nombre del autor y director de cine mexicano, es que el Presidente Milei y la vicepresidenta,Villarruel firmaron, en campaña un compromiso de lucha contra la trata de personas con Eduardo Verástegui.
Verástegui es responsable de una formidable campaña de concientización en la opinión pública para exponer este drama humano que parece no tener fin.
Milei y Villarruel adhirieron a la misma iniciativa que sustentaron Donald Trump y Nayib Bukele, de El Salvador, y que se generó por el éxito de taquilla mundial de la polémica película, Sounds of freedom, basada en hechos reales y en el accionar de Tim Ballard.
Lo cierto es que la película no se convirtió sólo en un fenómeno artístico sino en un producto que trascendió la cultura y logró efectos concretos en la sociedad al poner en el centro de atención los dramáticos casos de explotación de niños.
En ese sentido, su productor, Eduardo Verástegui, lanzó la iniciativa, «Carta De Compromiso para la Promoción de Acciones para Erradicar la trata con Fines de Explotación Sexual y Tráfico de Órganos de Niños, Niñas y Adolescentes», que firmaron los candidatos de La Libertad Avanza, Javier Milei y Victoria Villarruel hace dos años.
La reciente denuncia pública de la periodista Viviana Canosa —cuya repercusión generó evidente preocupación y nerviosismo en ciertos sectores de la sociedad— vuelve a poner sobre la mesa una de las deudas pendientes de la fórmula presidencial que ganó en 2023: erradicar la trata de personas en pleno siglo XXI.