Combatió en Malvinas e hizo las inferiores en River, aunque se retiró para comenzar una nueva etapa en su vida.
La Guerra de Malvinas fue un conflicto que marcó un antes y después la historia de Argentina. Fueron muchos los héroes que sacrificaron sus vidas para defender la patria ante una de las grandes potencias del mundo. Gustavo De Luca, quien debió abandonar el fútbol, fue uno de los soldados que defendió nuestras tierras con uñas y dientes hasta el final.
Formado en River Plate, De Luca cumplió su sueño de jugar en la Primera División, pero después de colgar los botines, su vida dio un giro inesperado y se metió de lleno en el mundo de los negocios. De esta manera, cerró su capítulo en el fútbol para comenzar una nueva etapa.
Gustavo De Luca y su paso por el fútbol
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De Luca tuvo una notable trayectoria por el ascenso argentino.
El «Pelado» De Luca comenzó su carrera en las inferiores de River, donde compartió cancha con figuras destacadas como Sergio Goycochea y Néstor Gorosito. Sin embargo, en 1982, su vida dio un giro inesperado cuando fue convocado para servir en la Guerra de Malvinas.
Durante el conflicto, sufrió una herida de bala que le dejó secuelas, pero fue el fútbol fue el encargado de ayudarlo a superar los traumas que le dejo esta sangrienta batalla ante Gran Bretaña.
A pesar de las adversidades, De Luca continuó su carrera en el fútbol argentino, pero una lesión en la rodilla le impidió debutar en la Primera División del «Millonario». A lo largo de su trayectoria, jugó en diversos clubes del ascenso, como Nueva Chicago y All Boys.
Sin embargo, su rendimiento le permitió dar el salto a Chile, donde brilló en Santiago Wanderers y Colo Colo. En el «Cacique», el argentino ganó la Recopa Sudamericana en 1992. Además, De Luca también jugó en Perú, hasta que decidió colgar los botines con 34 años.
Su vida después del retiro
Tras su retiro, De Luca se operó la rodilla en tierras trasandinas y regresó a Argentina con la intención de hacer el curso de entrenador. Sin embargo, decidió cambiar de rumbo y se dedicó al sector inmobiliario, donde lleva una vida tranquila y en paz.
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