El tribunal integrado por María Florencia Caruso Martín, Amorina Sánchez Merlo y Juan Puntel dictó este jueves la condena a prisión perpetua para los cuatro imputados por el secuestro y asesinato de Otoño Uriarte, una joven de 16 años que desapareció en octubre de 2006. Los condenados son Maximiliano Manuel Lagos, Néstor Ricardo Cau, José Hiram Jafri y Germán Ángel Antilaf.
La sentencia fue comunicada de forma virtual, a través de la plataforma Zoom, por la jueza Caruso Martín, quien detalló que la defensa de los acusados tiene la posibilidad de recurrir el fallo ante el Tribunal de Impugnación, un paso que ya anunciaron tomar los abogados defensores.
Los cuatro hombres habían sido declarados culpables por unanimidad en febrero de este año tras un largo juicio que se llevó a cabo a fines del 2024. La fiscalía, encabezada por la fiscal María Teresa Giuffrida, y la querella, representada por la abogada Gabriela Prokopiw, fueron los encargados de llevar adelante la acusación. Mientras que las defensas estuvieron a cargo de los abogados Carlos Vila, Gustavo Lucero, Rubén Antiguala y Marcelo Caraballo, este último miembro de la Defensa Pública.
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La calificación legal de los hechos que llevaron a la condena fue «privación ilegítima de la libertad agravada» y «homicidio doblemente agravado» debido a la participación de tres o más personas, la condición de menor de edad de la víctima y la intención de matar.
Un crimen premeditado y una exhaustiva investigación
El crimen de Otoño, ocurrido hace 18 años, estuvo marcado por una meticulosa investigación que incluyó la utilización de técnicas científicas como la odorología. Este método permitió vincular a los acusados con la escena del crimen a través del rastreo canino, que confirmó que la víctima estuvo en la vivienda de los hermanos Jafri y Cau antes de su asesinato.
Además, el tribunal valoró los testimonios que mostraron un patrón de hostigamiento hacia Otoño por parte de los acusados, sumado a la sustracción de su bicicleta como parte de un plan premeditado. La evidencia material encontrada en la zona del canal de riego, donde finalmente se halló el cuerpo de la adolescente, reforzó la hipótesis de la intervención de los cuatro condenados en la desaparición y asesinato de Otoño.
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Una desaparición que marcó a una comunidad
La desaparición de Otoño Uriarte, ocurrida la noche del 23 de octubre de 2006, conmocionó a toda la región. La joven caminaba hacia su hogar, en la zona de chacras de Fernández Oro, cuando fue secuestrada por la fuerza. Su cuerpo apareció meses después, el 24 de abril de 2007, con signos de haber sido violada y asesinada, en el canal principal de riego cerca de la usina de El 30.