La jugadora del FC Barcelona y de la Selección Española Alexia Putellas ha señalado que cuando Jennifer Hermoso le comentó que el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales le había dado un beso en el pasamanos del Mundial celebrado en Australia, ella no le dio importancia y pensó que todo había sido «un malentendido».
Así se ha pronunciado este jueves en su declaración como testigo en la vista oral por la que Rubiales se enfrenta a 2 años y 6 meses de cárcel por presuntos delitos de agresión sexual y coacciones. También se sientan en el banquillo de los acusados el exdirector de la Selección española Albert Luque, el exseleccionador femenino Jorge Vilda y el exresponsable de Marketing de la Federación Rubén Rivera, para los que el Ministerio Público pide una condena de 1 año y 6 meses de cárcel por un delito de coacciones.
En este sentido, ha señalado que ella, cuando le comentó que le había propinado un beso en la boca, le quitó importancia pensando que «era algo fortuito»: «En la euforia le digo ‘¡anda calla!’, pero su cara era un poco rara». Ya en el autobús, Putellas ha recordado que Hermoso le dijo «‘tía, es que es muy fuerte'».
«(En el autobús) se empieza a hacer comentarios del beso, y ahí pienso que (quizá) hubieran encajado en el mismo lado (al besarse en la entrega de medallas) y que era un hecho fortuito», ha explicado.
Después de que en el autobús de camino al aeropuerto otra de las jugadoras, Irene Paredes, advirtiera al resto que no se debía bromear sobre el asunto porque era serio, Putellas ha recordado que volvió una vez más a quitarle peso al asunto.
Fue entonces cuando Hermoso le dijo que no lo había visto y le enseñó el vídeo del momento del beso. «Yo veo lo que realmente ha pasado, y entonces Jenni me dice ‘es que no sé cómo se le ha ocurrido hacer eso, como se le ha pasado eso por la cabeza darme un beso'», ha añadido.
Sobre esos primeros momentos, también ha declarado este jueves como testigo Paredes –también jugadora del FC Barcelona–, que ha señalado que en un inicio pensó que quien había besado sin querer en la boca a Hermoso había sido la Reina. Tras la explicación de Hermoso, supo desde el inicio que «eso no estaba bien».
Por su parte, la jugadora de la selección y del Arsenal CF Laia Codina, que también ha testificado este jueves, ha recordado que en el autobús al aeropuerto vio a Hermoso «asimilando lo que le había pasado, que sabia que era algo grave, pero que no lo había procesado aún».
EL VIAJE EN AVIÓN
Ya en el avión de regreso a España, Putellas ha recordado a preguntas de la fiscal Marta Durántez que vio a su compañera «agobiada y llorando» y que trató desde el principio de que disfrutara de la consecución del Mundial de Fútbol. «Intentamos desde el principio decirle que somos campeonas del mundo, y quitarle hierro al asunto, queríamos que no estuviera pendiente de las cosas que estaban pasando», ha recordado.
«Va a hablar con Luis Rubiales y al volver nos explica que no paraba de relatarle los hechos como si ella no lo hubiera vivido en primera persona, que lo hiciera por sus hijas, (…) que saliera a desmentir que no había consentimiento», ha explicado, añadiendo que la vio «enfadada» y que la escuchó decir que Rubiales «no tenía que explicarle los hechos porque lo había vivido, que no iba a salir (en un vídeo conjunto para aplacar la polémica mediática) y que la dejaran en paz».
Además, ha señalado que en el avión se dieron múltiples reuniones entre personas del entorno del entonces presidente de la RFEF relativas, por lo que pudo escuchar, a la polémica del beso, y ha recordado que entre esas personas estaba también Vilda.
De ese vuelo, Paredes ha recordado que mantuvo una conversación con Rubiales en la que este le dice que «le tachan de violador», y ella le respondió «que era magnificar las cosas» pero que no le parecía bien lo que paso. «Sinceramente a mí no me pareció bien lo que pasó», ha recordado que dijo.
Codina, por su parte, ha comentado que en un momento dado coincidieron ella, Hermoso y Rubiales y que éste «comentó que sus hijas estaban ahí detrás, y que lo estaban pasando mal (…), le quitó importancia al beso» y lo calificó de algo «anecdótico».
Ha explicado que Hermoso tras reunirse con Rubiales en el vuelo, que le habría pedido hacer un video conjunto para transmitir que el beso había sido consentido, llegó «bastante agobiada (…) y se puso a llorar». Entre todas intentaron «convencerla de que se olvide un poco de todo».
EL VIAJE A IBIZA
En Ibiza, donde viajaron algunas de las jugadoras para celebrar la victoria, entre ellas Jennifer Hermoso, Putellas vio que su compañera no estaba bien, que «no era Jenni». «Había momentos en que intentábamos que estuviera alegre, pero me dijo incluso ‘no sé qué hago aquí'», ha dicho.
De hecho, ha recordado que antes de una ronda que realizaron por Ibiza para celebrar el título, vio cómo se acercó a ella y se puso a llorar. «‘Que no puedo más tía'», recuerda que le dijo Hermoso.
Codina, que también viajó a Ibiza, ha comentado que ya entonces «es cuando peor estaba» porque «estaba triste, no estaba disfrutando de ganar el Mundial (…) del mejor momento de su vida».
Además, ha indicado que Rivera, el encausado que viajó con ellas para organizar la expedición, insistió desde un inicio en que Hermoso cargara su móvil que estaba sin batería porque debía recibir una llamada desde la Federación. «Jenni no quiere, pero le insiste», ha explicado.
También ha destacado que cuando fueron a otro hotel para disfrutar del atardecer en unas hamacas, Rivera se les acercó «cinco o seis veces» pidiendo que Hermoso fuera a hablar con Albert Luque, que se había acercado al hotel a pesar de que Hermoso le habría anticipado que no le recibiría.
«(Rivera) insiste hasta que Jenni se agobia y se pone a llorar otra vez, entonces es cuando (Ana) Ecube –amiga de Hermoso– hace de intermediaria y dice que habla ella con ellos», ha dicho.
Durante la sesión de este jueves, cuando una de las defensas preguntaba a Putellas sobre el episodio de Ibiza, cuando Luque intentó presuntamente acercarse a ella para hablar, el magistrado José Manuel Fernández-Prieto ha cortado el interrogatorio señalando que esas preguntas no tenían interés porque Putellas era testigo de referencia.
«(Tenemos) la declaración de Jennifer (Hermoso) que es testigo directo y es clarísima, y no sé por qué seguimos dando la vuelta con testigos de referencia, para qué, para desacreditar lo que ha dicho la testigo principal», se ha preguntado el magistrado.
HERMOSO «DEBIÓ SER CONVOCADA»
Otro de los asuntos en los que se ha fijado la fiscal ha sido el hecho de que Hermoso no fuera seleccionada para el primer partido de la selección tras el Mundial. Tanto a Putellas como a Paredes y a Codina les sorprendió que no fuera llamada dado el nivel futbolístico que tenía en ese momento y dado que había sido «una de las mejores» del campeonato.
Putellas ha señalado que no le pareció «correcto» dado que el motivo que se dio en el vestuario por parte de la nueva seleccionadora, Montse Tomé, era que había que «protegerla». «Como compañeras, vimos que algo que ella no había provocado le privaba de hacer su trabajo, y era cuanto menos un poco injusto», ha explicado.
Sobre este asunto, Paredes ha recordado que Hermoso hizo «un grandísimo Mundial, de las mejores del equipo, y era raro que no estuviera en la convocatoria». Y ha señalado que habló con ella al respecto y le dijo que «era una faena que no la convocaran porque quería tener normalidad en su vida y eso pasaba por ir a la selección».