El líder de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, ha anunciado este lunes que su partido «accionará» una moción de censura contra el Gobierno de Michel Barnier por los desencuentros en materia presupuestaria, «salvo un milagro de último minuto» que por ahora parece lejano.
Bardella ha reconocido en una entrevista este lunes en RTL que tiene «pocas esperanzas» en la supervivencia del gabinete de Barnier, sobre quien pesa también una amenaza de censura por parte del Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierdas, vencedor de las últimas elecciones legislativas.
El primer ministro se ha citado este lunes con los presidentes de los grupos afines, según fuentes oficiales citadas por BFMTV, en busca de algún tipo de salida antes de que la Asamblea Nacional debata las cuentas de la Seguridad Social, primera gran prueba de fuego de esta nueva etapa política.
Sin un consenso más amplio, el Gobierno podría verse abocado a activar el artículo 49.3 de la Constitución, una prerrogativa que le permite sacar adelante el texto sin votación pero que abre la puerta a que la oposición presente mociones de censura. Bardella ha acusado a Barnier de «ignorar» durante meses sus peticiones para intentar aprobar «un presupuesto punitivo que empeora el poder adquisitivo» de la población.
Para el líder ultraderechista, «evidentemente» no cabe otra opción que la censura si no hay algún tipo de acuerdo de última hora, aunque quedaría por ver cómo se articula la oposición y si se constituye algún tipo de frente común contra el actual Gobierno. En la legislatura previa, la ultraderecha y la izquierda ya votaron juntos varias mociones sin alcanzar la mayoría necesaria.
El vicepresidente de Agrupación Nacional, Sébastien Chenu, ha abogado también este lunes por que su formación presente su propia moción de censura, pese a que la izquierda siempre ha declarado que nunca dará apoyo a una iniciativa que parta de la ultraderecha. Ninguno de los dos grandes grupos opositores cuenta por sí solo con margen suficiente.
EL MACRONISMO APELA A LA «ESTABILIDAD»
El ex primer ministro Gabriel Attal, aliado del presidente Emmanuel Macron, ha apelado a la necesidad de «estabilidad política, estabilidad institucional, estabilidad económica» para cuestionar los movimientos opositores y reclamar «madurez» al resto de partidos. En este sentido, les ha afeado que se planteen «lanzar una moneda al aire» en lugar de buscar un acuerdo presupuestario.
«Pese a todo, pese a la gravedad de la situación, los extremos prefieren mirar hacia otro lado. Prefieren colaborar en una obra de teatro en la que los franceses sólo son el decorado», ha dicho en su cuenta de la red social X. «No es demasiado tarde para recomponerse y estar a la altura del momento», ha remachado.
Attal ha hecho una alusión concreta al papel del Partido Socialista, integrado en el NFP, pero el líder de los socialistas, Olivier Faure, ha respondido rápidamente para culpar al ‘macronismo’ de ser «responsable» de la actual situación, empezando por la disolución anticipada de la Asamblea y siguiendo por el nombramiento de un primer ministro conservador y la búsqueda de apoyos en la extrema derecha.
«Ahora son irresponsables por no querer asumir la responsabilidad que nunca asumieron y llevar al país de crisis en crisis», ha lamentado Faure.