“Senna”, la nueva serie de Netflix que se estrenó el viernes, es una obra de ficción sobre la vida del piloto brasileño que muestra diálogos y situaciones imaginadas por sus escritores y creadores.
Hay momentos íntimos entre Ayrton Senna y su novia, Xuxa, juegos con su amigo Galvão Bueno y la relación del piloto con amigos de la infancia.
Muchas de estas escenas son pura ficción. Uno de los personajes principales de la serie, la periodista británica Laura Harrison, en realidad no existió y funciona en la trama como una especie de amalgama de lo que decía la opinión pública mundial en ese momento.
Pero la serie también reprodujo de manera muy fiel hechos reales de la vida de Senna, algunos de los cuales pueden parecer versiones exageradas, y no lo son.
“Tenía un carisma tan convincente que podía silenciar una habitación. Era magnético escucharlo. Inmensamente inteligente, era un filósofo dispuesto a ofrecer una ventana a los peligros de su profesión, su propio sentido de mortalidad y cómo le afectaba”, escribió el periodista Andrew Benson en un artículo sobre el 30º aniversario de la muerte de Senna.
Eso y su temprana muerte en una pista de carreras lo convirtieron en una leyenda del deporte. A continuación, ocho increíbles episodios de la vida del brasileño mostrados en la serie.
ADVERTENCIA: El siguiente texto contiene spoilers de la serie “Senna”.
Una de las narrativas principales de la serie es que Senna fue víctima de un sistema que no quería verlo campeón por diferentes razones, como un supuesto favoritismo hacia los pilotos europeos por parte de los fabricantes de automóviles de ese continente.
Senna es mostrado como un piloto que necesitaba superar a sus rivales tanto en las pistas como fuera de ellas, debido a maniobras políticas.
En el primer episodio, Senna aparece perdiendo el campeonato mundial de karts ante el neerlandés Peter Koene, a pesar de que ambos estaban empatados en puntos. Hubo controversia sobre la regla de desempate: el brasileño creía que el criterio era la clasificación en la serie final, que había ganado.
Antes de que se anunciara la decisión final, Senna celebró mucho frente a los aficionados del kartódromo de Estoril, en Portugal, que estaban felices de ver a un brasileño en lo más alto de la categoría.
Pero la Federación Internacional del Automóvil (FIA) decidió que el desempate era el lugar en las semifinales, en las que Koene estaba por delante de Senna. La final de 1979 marcó una de las mayores decepciones de Senna. Y nunca logró convertirse en campeón mundial de karting.
La serie muestra uno de los problemas al inicio de la carrera de Senna: el limitado apoyo familiar a sus ambiciones. Su familia aceptó pagarle para que viajara a Inglaterra a competir en el campeonato de Fórmula Ford 1600.
Fue un éxito: en su primera carrera con el equipo Van Diemen, quedó en quinto lugar. Dos semanas después, ganó su primera carrera. Triundó en 12 de las 19 carreras del año y se proclamó campeón en su debut.
Senna empezó a llamar la atención de grandes equipos que lo ficharían en el futuro. Y empezó a tener feroces rivalidades con sus compañeros.
En una carrera en el circuito inglés de Mallory Park, el argentino Enrique Mansilla, compañero de equipo, estrelló su auto contra el de Senna y sacó al brasileño de la pista.
Mansilla afirmó que él mismo había sido víctima de maniobras similares de Senna en carreras anteriores. Al brasileño no le gustó y fue a quejarse. Una foto de la época muestra a Senna tomando a Mansilla del cuello.
Al final de la exitosa temporada, Senna sorprendió a todos al anunciar su retiro de la pista. Su esposa Lilian no se estaba adaptando a la vida en Inglaterra. Y su acuerdo con sus padres era que regresaría a Brasil para trabajar en el negocio familiar.
Senna regresó a Europa al año siguiente, esta vez totalmente centrado en hacer realidad su sueño de competir en la Fórmula 1. En 1982, Senna fue campeón de Europa y Gran Bretaña de la Fórmula Ford 2000 y al año siguiente fue campeón de la Fórmula 3 en Inglaterra.
El año estuvo marcado por una intensa rivalidad con el inglés Martin Brundle. El título se decidió en la carrera final y Senna utilizó una táctica inusual para ganar la disputa.
Su equipo colocó cinta adhesiva en la entrada de aire del radiador del auto, con el objetivo de que el aceite se calentara más rápidamente y alcanzara un punto óptimo en la primera vuelta, en lugar de en siete u ocho.
En la sexta vuelta, el auto se estaba sobrecalentando y en uno de los puntos más riesgosos de la pista, Senna se aflojó el cinturón de seguridad para arrancar las cintas adhesivas con la mano.
La maniobra funcionó y Senna ganó la carrera y el campeonato.
En 1984, Senna logró llegar a la Fórmula 1. Su debut fue en Toleman, un equipo pequeño con resultados mediocres hasta entonces.
En la sexta etapa de la temporada, el Gran Premio de Mónaco, Senna tuvo una de sus carreras legendarias, que ayudó a establecer dos reputaciones que mantuvo de por vida: el “rey de la lluvia” y el “rey de Mónaco”.
Senna arrancó con su Toleman en el puesto 13 y la carrera la lideró Alain Prost, con su McLaren. En cada vuelta, Senna acortó distancias con el líder. Se suponía que el GP tendría 76 vueltas, pero en la vuelta 29 Prost empezó a dar la señal del final de la carrera debido a la fuerte lluvia.
En la vuelta 32, la carrera finalmente se detuvo con una bandera roja. Poco antes de la meta, Prost detuvo su McLaren cuando vio el gesto del director de carrera deteniendo la competencia. Luego, Senna adelantó al auto de Prost y fue el primero en cruzar la línea de meta.
De todas formas, el francés fue declarado victorioso, ya que las reglas estipulaban que quien estuviera delante en la vuelta antes del final sería el ganador. La decisión fue considerada controvertida. Muchos periodistas dijeron que Senna era el verdadero ganador de la carrera y criticaron la interrupción.
El “rey de Mónaco” había ganado la carrera de 1987 con Lotus. Y luego ganaría en Mónaco cinco veces consecutivas, entre 1989 y 1993. Con ello, Senna superó al bicampeón del mundo británico Graham Hill, que con cinco victorias en el principado llevaba el apodo de “Mister Monaco”.
Pero en 1988, conduciendo para McLaren, Senna tuvo uno de sus mayores fracasos en Mónaco, una historia que también se convirtió en una leyenda en la Fórmula 1.
En la clasificación, Senna consiguió la pole position. Su vuelta fue 1,5 segundos más rápida que la de su principal rival, su compañero de equipo Alain Prost. La diferencia, considerada enorme para los estándares de la pista, sorprendió.
El día de la carrera, Senna corrió por delante de todos. Estaba 55 segundos por delante de Prost, en un circuito donde la vuelta dura alrededor de 1 minuto y 30 segundos. Parecía una victoria fácil, pero Senna siguió marcando vueltas más rápidas.
Hasta que en la vuelta 67 chocó solo en la entrada del túnel de Mónaco por un error propio. La carrera pasó a la historia como un ejemplo de la obsesión de Senna por ir siempre más rápido, incluso cuando la victoria ya estaba asegurada.
La penúltima carrera de la temporada 1989 es una de las más famosas y controvertidas de la historia de la Fórmula 1. Y marcó para siempre a Ayrton Senna.
Para seguir teniendo posibilidades de desafiar a Prost en la lucha por el título mundial, Senna necesitaba ganar el Gran Premio de Japón. Prost lideraba la carrera, pero era perseguido implacablemente por Senna.
En la vuelta 47, Senna intentó adelantar a Prost en la estrecha entrada de un tramo sinuoso, pero ninguno de los pilotos cedió espacio y se estrellaron. Prost abandonó su auto creyendo que el accidente le garantizaba el título mundial. Pero Senna hizo un gesto a los asistentes de la pista para que empujaran su auto y logró regresar a la carrera.
En las dos últimas vueltas, el brasileño superó al líder Alessandro Nanini y ganó. Sin embargo, fue descalificado porque, tras el accidente con Prost, no volvió a pista desde el punto donde se había quedado, sino después de una curva.
Senna acusó al presidente de la federación de automovilismo, el francés Jean-Marie Balestre, de intentar beneficiar a su compatriota, Alain Prost. Fue multado en US$100.000 y se le prohibió competir durante seis meses (decisión que finalmente fue suspendida).
Al año siguiente, el campeonato del mundo se decidió nuevamente en el Gran Premio de Japón de 1990 entre Senna y Prost, que ahora conducía un Ferrari. Esta vez, Senna llegó a la carrera con ventaja: si Prost no sumaba puntos, el brasileño se coronaría campeón.
Días antes de la carrera, Senna pidió que se cambiara la posición de salida de la pole en la pista. En carreras previas, el piloto siempre partía por el lado “limpio”, donde el asfalto tiene más agarre. Pero en algunos circuitos de 1990, incluido Tokio, la pole empezó por el lado sucio.
Senna, que tenía el récord de poles en la F1, argumentó que esto perjudicaba a quienes largaban primero. La dirección de carrera aprobó el cambio, pero fue revocado a pedido de Balestre.
El asunto se trató en una reunión de pilotos con Balestre que fue recreada por la serie Senna. En la reunión, el brasileño Nelson Piquet defendió la posición de Ayrton y acusó a la dirigencia de haber cometido un error garrafal contra Senna en 1989.
Luego, en la primera curva, Senna y Prost chocaron, lo que garantizó al brasileño el título mundial. Senna fue duramente criticado y años después admitió haber chocado intencionadamente por lo ocurrido el año anterior.
“Lo que hizo es repugnante”, dijo Prost después de la carrera. “No estoy preparado para luchar contra gente irresponsable que no tiene miedo de morir”. Senna respondió: “No me importa lo que diga. Intentó destruirme, pero no lo consiguió”.
En 1991, Senna ya era dos veces campeón del mundo y un ídolo en Brasil. Pero nunca había ganado el Gran Premio de su país, en el circuito de Interlagos. Allí, Senna partió desde la pole y obtuvo una buena ventaja sobre el segundo clasificado, Nigel Mansell, de Williams.
Pero pronto el inglés empezó a marcar la diferencia. Adelantar a Senna parecía inevitable, pero el auto de Mansell se averió a diez vueltas del final. La amenaza pasó entonces a ser el compañero de equipo de Mansell, Ricardo Patrese.
Para empeorar las cosas, Senna vio que las marchas de su auto dejaban de funcionar. Al final de la carrera, al brasileño solo le funcionaba la sexta marcha. Las últimas vueltas fueron agotadoras para Senna, que sufrió espasmos musculares debido al esfuerzo de conducir el auto con las marchas rotas.
Terminó la carrera solo 3 segundos por delante de Patrese y fue aplaudido por la afición brasileña. Las imágenes de Senna luchando en el podio de Interlagos para levantar el trofeo también se encuentran entre las más legendarias de la carrera del piloto.
Además de los hechos mencionados anteriormente, hay dos episodios de la vida de Senna que también parecen increíbles y, sin embargo, son ciertos. Pero no aparecen en la serie de Netflix sobre el piloto. El primero de ellos fue una parálisis facial que afectó a Ayrton y que amenazó su carrera.
Senna estaba en proceso de cambiar de Toleman a Lotus en la Fórmula 1. En los últimos meses de 1984, el lado derecho de su cara dejó de moverse.
A Senna le diagnosticaron mastoiditis, una infección de un nervio detrás de la oreja que envía órdenes al cerebro sobre los movimientos faciales. Senna tomó cortisona, pero pidió cambiar el tratamiento, preocupado por los posibles efectos a largo plazo del medicamento. Más tarde tuvo que retomar la medicación, ya que no encontraba soluciones al problema.
A lo largo de 1985 la afección disminuyó y pudo continuar su carrera sin traumas. Algunas de las entrevistas de Senna en ese momento muestran al conductor con el lado derecho de la cara paralizado.
Otro hecho que quedó fuera de la serie es el Gran Premio de Europa de 1993. En esa carrera, Senna logró lo que muchos comentaristas todavía llaman la “vuelta más perfecta en la Fórmula 1″. En una pista empapada, Senna comenzó en cuarto lugar y perdió una posición en el arranque. Pero incluso en la primera vuelta de la carrera, logró adelantar a cuatro autos, Michael Schumacher, Karl Wendlinger, Damon Hill y Alain Prost, y tomó la delantera. Senna también utilizó un “truco” en esta carrera que se volvió legendario entre los pilotos.
Creía que sería posible marcar la vuelta más rápida en la pista pasando por boxes. En aquel momento no había límite de velocidad para nadie que pasara por boxes. Senna mintió diciendo que tenía problemas de comunicación por radio con el equipo y pasó por boxes, con lo que acortó su vuelta en 200 metros y estableciendo el récord de la pista.
De todas formas, el acontecimiento más famoso que marcó esa fecha fue la primera vuelta, que algunos comentaristas denominaron “La vuelta de los dioses”.
BBC Mundo
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