Luciana Salazar volvió a captar la atención de sus seguidores de Instagram al compartir detalles de su exigente rutina de entrenamiento, que compagina con la crianza de su hija Matilda. A sus 43 años, la modelo y mediática argentina ha dejado en claro que, a pesar de su vida ajetreada como madre, se esfuerza por mantener un físico envidiable a través de una estricta rutina de ejercicios y cuidados estéticos.
En los últimos días, ha compartido con sus millones de seguidores cuántas horas le dedica al gimnasio, sorprendiendo a muchos con su disciplina. «Desde chica que soy así. Y me mato por lo que quiero», contó Luciana.
Salazar detalló su rutina mientras se dirigía a una sesión de entrenamiento, justo después de dejar a su hija Matilda en el colegio. «Voy a entrenar a las 12 del mediodía porque dicen que es la mejor hora para hacerlo», explicó la modelo, quien prefiere ejercitarse en la franja horaria entre las 11 y las 12.
Según sus publicaciones, cada sesión dura un promedio de dos horas, aunque a veces se extiende un poco más si tiene el tiempo disponible. «Me sirve y me gusta mucho. Así que me rinde», argumentó.
En cuanto a la frecuencia semanal de su entrenamiento, Luciana comentó que su meta es entrenar cinco veces a la semana. “Trato de hacer cinco veces por semana, pero no siempre puedo”, confesó la modelo, haciendo referencia a lo complicado que puede ser mantener esa constancia debido a las responsabilidades de su día a día.
Sin embargo, destacó que, cuando puede cumplir con esa frecuencia, se siente muy satisfecha. “Es lo ideal, pero si no, mínimo cuatro veces por semana. En una época llegué a entrenar seis o siete veces por semana, ¡una loca! Pero ahora ya no tengo ese tiempo”, añadió con humor.
Su rutina de entrenamiento varía entre dos lugares: un club donde entrena dos veces por semana y el gimnasio de su torre, que ella misma calificó como “súper lindo y completamente equipado”. Esta flexibilidad le permite mantener su constancia en los ejercicios a pesar de las exigencias de su agenda.
«Hoy me toca en el club, y las otras tres veces entreno en el gimnasio de mi edificio», explicó Luciana, revelando que el gimnasio de su torre cuenta con todo lo necesario para cumplir con su plan de ejercicios sin tener que desplazarse demasiado.
Además de su riguroso entrenamiento físico, Luciana también se somete a tratamientos estéticos para complementar su rutina. Tras sus horas de gimnasio, suele visitar un centro de estética para recibir distintos tratamientos corporales, una práctica que ha incorporado como parte esencial de su cuidado personal.
«Después del gimnasio, paso por el centro de estética y luego voy a buscar a Matilda al colegio», contó la modelo, dando una idea de cómo organiza su día.