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A lo largo de la historia, el ser humano domesticó a los gatos para que estos fueran una compañía en el hogar. De ese modo abandonaron su estilo de vida activo y cazador, por uno mucho más rutinario y sedentario. Esto modificó ciertos aspectos en sus comportamientos, aunque no dejaron atrás conductas particulares que podrían indicar insatisfacción o la aparición de trastornos y enfermedades. Conocé qué cosas no podés normalizar de tu felino.
Estos animales son sensibles a los cambios externos y necesitan de diferentes estímulos para que no los abrume la vida dentro de la casa o el departamento. Aún conservan el instinto cazador y es primordial proveerle de cuidados básicos para que se sientan seguros y capaces de desarrollarse sin que esto afecte su salud.
En diálogo con el medio español El País, la veterinaria acreditada a la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños animales (Avepa), indicó que los gatos necesitan un ambiente acorde a lo que son. Requieren espacios amplios para correr y esconderse y sitios altos para que sientan que dominan el territorio. Sin algunas de las cosas fundamentales, el felino manifestará problemas de salud, como vómitos u orinará fuera de la caja de piedras, como señal de que algo no anda bien.
Qué conductas no deben normalizarse en los gatos
