Javier Arabello, ex campeón en el fútbol argentino, dejó las canchas para manejar su propio negocio en su pueblo natal, Ballesteros.
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De campeón en San Lorenzo a la vida fuera del fútbol: la nueva etapa de Javier Arabello en su pueblo.
En el fútbol, muchos jugadores alcanzan el éxito y luego desaparecen del radar mediático al retirarse. Así es la historia de Javier Arabello quien, tras brillar en San Lorenzo, hoy lleva una vida más tranquila lejos del fútbol profesional.
El ex delantero del Ciclón es uno de esos futbolistas que, tras colgar los botines, decidió dedicarse a un negocio familiar, alejado de los estadios y los medios. Aunque muchos lo recuerdan por su paso triunfal en el club de Boedo, ahora lleva adelante una vida más tranquila en su pueblo natal, Ballesteros, Córdoba.
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Para Javier Arabello atrás quedaron sus días de fútbol, entrenamientos y partidos para disfrutar una etapa más tranquila en familia y con amigos (@lacuerveria)
Cómo fue la carrera de Javier Arabello
El delantero que brilló en la primera del fútbol argentino nació en Ballesteros, una pequeña localidad cordobesa, y desde joven mostró su pasión por la pelota. Sin embargo, sus inicios no fueron fáciles. Antes de llegar al deporte profesional, trabajó en diversas actividades, desde ordeñar vacas hasta la construcción. Fue recién a los 23 años cuando su talento lo llevó a Belgrano de Córdoba, donde comenzó su carrera profesional.
Con el tiempo, su buen desempeño en la cancha llamó la atención de importantes clubes, y fue así como llegó a San Lorenzo de Almagro. Su debut en el club de Boedo lo llevó a consolidarse como un atacante potente y trabajador, que jugaba con determinación cada partido. En 1995, formó parte del equipo que rompió una sequía de 21 años sin títulos, cuando el Ciclón se consagró campeón del Torneo Clausura.
Arabello recuerda ese logro con mucho orgullo. «El campeonato de 1995 fue un momento inolvidable. Jugar 18 de los 19 partidos de esa temporada fue algo increíble para mí«, menciona sobre la importancia de aquel título en su carrera. Aunque no fue el jugador más mediático, su esfuerzo en el campo fue fundamental para el éxito del equipo.
Tras su paso por el cuervo de Boedo, tuvo una breve estadía en Platense y Juventud Unida de San Luis, donde una lesión lo llevó a tomar la difícil decisión de retirarse a los 33 años. Su etapa en el fútbol le dejó grandes amistades, experiencias únicas y, sobre todo, el orgullo de haber sido parte de un equipo campeón.
Qué fue de la vida de Javier Arabello luego del retiro
Después de su retiro, el Perro Arbarello, como le decían dentro del campo de juego, decidió regresar a su ciudad natal, Ballesteros. Allí, alejado del ruido mediático, comenzó una nueva etapa en su vida. «Hoy manejo una quiniela y un local de cobranzas de servicios«, comenta sobre su presente. Pero, a pesar de que se apartó del mundo del fútbol, sigue disfrutando de la vida simple y tranquila que siempre había añorado y suele reunirse con algunas glorias del cuervo campeón del 95.
Además de su quiniela, Arabello también se involucró en el ámbito local, trabajando en la Secretaría de Deportes de su municipio, donde ayudó a gestionar proyectos deportivos para su comunidad. Aunque confiesa que extraña el fútbol, especialmente jugar con sus amigos, encontró satisfacción en los nuevos desafíos que enfrenta cada día.
«El cambio fue natural, no me afectó dejar el fútbol«, explica. A pesar de no haber amasado una fortuna durante su carrera, asegura que no se arrepiente de nada y que valora el tiempo que ahora pasa con su familia y amigos, lejos de los estadios, pero cerca de sus raíces.