El fiscal de distrito en Los Ángeles afirmó el jueves que recomendaría una nueva sentencia para los hermanos Lyle y Erik Menéndez, que en 1994 fueron condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989 y famosos ahora por la serie «Monstruos» de Netflix. De esa manera, un nuevo dictamen los haría elegibles para libertad condicional.
Durante una conferencia de prensa, el fiscal George Gascon manifestó que pediría a un juez que dictamine que los dos hombres, cuyo caso volvió a recibir atención por una serie y un documental emitidos en Netflix, deberían ver reducida su condena de forma que fueran elegibles para libertad condicional en los próximos meses. «Luego de una muy cuidadosa revisión de todos los argumentos… Creo que bajo la ley, una nueva sentencia es apropiada y voy a recomendar esto a una corte mañana«, expresó el fiscal.
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Al respecto, explicó que su recomendación sería para una nueva sentencia por asesinato en grado menor, un cargo que podría acarrear una pena desde 50 años de prisión hasta cadena perpetua. «Sin embargo, debido a su edad, bajo la ley, al tener menos de 26 años al momento de los crímenes, ellos serían elegibles para libertad condicional de forma inmediata«, precisó.
Sumado a esto, reveló que los hermanos no recibieron un adelanto sobre el anuncio, por lo que probablemente estaban «viendo la televisión» o enterándose de su nuevo salvavidas desde tras las rejas. «Creo que fueron abusados. Han estado en prisión durante casi 35 años. Creo que han pagado su deuda con la sociedad… y el sistema proporciona un vehículo para que su caso sea revisado por un tribunal de justicia», añadió.
También detalló que tuvo la oportunidad de recomendar que los cargos se redujeran a homicidio involuntario, pero optó por no hacerlo porque «estos fueron claramente asesinatos». «No creo que el homicidio involuntario hubiera sido el cargo apropiado dada la premeditación», sostuvo, y subrayó: «Creo que estos fueron claramente asesinatos«.
Si bien Gascon espera que los hermanos Menéndez sean liberados pronto, reconoció que su despacho está profundamente dividido sobre el caso: «No tenemos un acuerdo universal». «Hay gente en la oficina que cree firmemente que deberían permanecer en prisión el resto de sus vidas, no creen que hayan sido abusados sexualmente», profundizó. Por otro lado, mencionó que «hay gente en la oficina que cree firmemente que deberían ser liberados inmediatamente».
La decisión del fiscal tuvo una recepción positiva, pero algunos críticos sugirieron que está utilizando el caso para ganarse el favor de cara a su campaña de reelección en noviembre, siendo que se encuentra detrás de su oponente, el exfiscal general adjunto Nathan Hochman.
Por ese motivo, cuando se le consultó sobre el trasfondo «político» de su decisión, Gascon insistió en que el impacto en su imagen no jugó ningún papel en su recomendación. «No hay nada político en esto, hemos vuelto a sentenciar a más de 300 personas, incluidas 28 por asesinato. Seguiremos resentenciando a la gente», respondió.
Sin embargo, se negó a hablar sobre su campaña de reelección, siendo que le contestó de manera brusca a un periodista que intentó hacer una pregunta de seguimiento. «Por favor, ¿podrían parar? No voy a hablar de la reelección«, sentenció.
El comportamiento en prisión de los hermanos Menéndez
El anuncio se produce tras la creciente presión de la comunidad para que se reconsideren las sentencias de cadena perpetua sin libertad condicional que Erik y Lyle recibieron en su juicio de 1996. Los hermanos nunca negaron el crimen, pero afirmaron que se vieron obligados a hacerlo después de sufrir años de abuso sexual y físico a manos de su padre empresario. No obstante, el planteo no convenció al público, quienes creían que eran monstruos despiadados que cometieron el hecho para recibir la millonaria herencia.
Contraria a esa creencia, la petición de una nueva sentencia llevada adelante por algunos de sus familiares reveló que los hermanos habían trabajado como ayudantes de cuidados paliativos en prisión ayudando a reclusos enfermos y que también habían dirigido reuniones de Alcohólicos Anónimos.
Sumado a esto, completaron distintos cursos universitarios y las cartas de referencia de funcionarios penitenciarios destacan su comportamiento tras las rejas. «Es extremadamente raro encontrar a un individuo que, a pesar de enfrentarse a una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, se haya dedicado al crecimiento personal, a la mejora de sus compañeros de prisión y a la estabilidad general del entorno penitenciario», se leía en una de las misivas.
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