En el fútbol, hay momentos que se vuelven leyenda, como el famoso gol de Maradona con la mano frente a Inglaterra en 1986. Estas historias, llenas de magia se graban en la memoria de los aficionados. Entre estos relatos inolvidables está el de Steve Davies, un hincha que pasó de la tribuna a la cancha, creando una de las anécdotas más surrealistas del deporte.
El fútbol está lleno de instantes icónicos, y lo que vivió Davies en 1994 es uno de ellos. Durante un partido amistoso entre el West Ham y el modesto Oxford City, Davies, un ferviente hincha, no solo vio el partido desde las tribunas, sino que, gracias a una peculiar decisión del entrenador Harry Redknapp, terminó jugando el encuentro.
La leyenda de Tittyshev.jfif
Esta es la historia de Tittyshev, el hombre que por unos minutos cumplió el sueño de millones de fanáticos del fútbol.
La broma de Redknapp que convirtió a Steve Davies en leyenda
En pleno verano de 1994, Harry Redknapp estaba a cargo de su primer gran proyecto con el West Ham. Durante un amistoso de pretemporada contra el Oxford City, el equipo contaba con una gran cantidad de lesionados que obligó al técnico a tomar una decisión inusual. Un hincha en la tribuna, Steve Davies, que se la había pasado criticando al delantero del equipo, Lee Chapman, durante todo el primer tiempo hizo que Redknapp, harto de los comentarios, actuara al respecto.
El técnico se acercó a Davies y le lanzó una pregunta irónica: “¿Crees que podrías hacerlo mejor que Chapman?”. Sin dudarlo, el hincha respondió: “Por supuesto que sí”. Redknapp, en lugar de ignorarlo, lo tomó en serio. Lo llevó al vestuario y le dio una camiseta, unos pantalones y botines. Cuando Davies regresó vestido para jugar, Redknapp le preguntó de qué jugaba. Aunque era defensor, Davies no perdió la oportunidad: “Delantero”, respondió.
Así, en medio de la incredulidad de todos los presentes, Davies, con el número 3 en la espalda, saltó al campo como si fuera un jugador más. Nadie, ni los jugadores del Oxford City, ni el árbitro, entendían lo que sucedía. El «speaker» del estadio, sin saber cómo anunciarlo, se acercó a Redknapp y preguntó por el nombre del nuevo jugador. El DT, con total seriedad, dijo: “Es Tittyshev, el búlgaro”, haciendo referencia al reciente Mundial de Estados Unidos 1994.
Davies, o mejor dicho, Tittyshev, jugó durante más de 30 minutos junto a sus ídolos. Aunque no era un jugador profesional, su presencia en el campo fue una mezcla de surrealismo y humor. Los jugadores del West Ham lo veían con curiosidad, mientras que los rivales intentaban no dejarse llevar por lo cómico de la situación. Era un momento único en la historia del fútbol.
La leyenda de Tittyshev: ¿fue gol?
El momento que se convertiría en leyenda llegó en el minuto 71. Davies, con las piernas cansadas por el esfuerzo, recibió el balón dentro del área. Con poco tiempo para pensar, disparó al arco. El balón entró en la red, y Davies corrió como loco celebrando su hazaña. Había marcado para el West Ham, el equipo de sus amores, y no podía estar más feliz.
Sin embargo, el sueño se rompió rápidamente. El árbitro, siguiendo las reglas, levantó el banderín para señalar fuera de juego. El gol no valía, pero para Davies eso no importaba. “Te has cargado mi sueño”, le dijo al árbitro en tono de broma, mientras el partido continuaba.
Aunque el gol fue anulado, la historia de Tittyshev quedó grabada para siempre en la memoria de los hinchas del West Ham. No solo fue una anécdota divertida, sino un recordatorio de que en el fútbol, los sueños, por más imposibles que parezcan, a veces se cumplen, aunque sea solo por un rato.