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Se dispararon los créditos para el consumo en supermercados y fintech

Un total de 5,4 millones de argentinos tienen deudas con instituciones «no bancarias», y concentran uno de cada cuatro pesos de préstamos destinados al consumo. Estas líneas, que habían quedado reducidas en los últimos tiempos, volvieron a expandirse en los últimos meses.

Estos préstamos, más caros que los otorgados por los bancos, son tomados por trabajadores que se desenvuelven en la informalidad, o bien que son monotributistas que tienen un acceso muy limitado a las entidades financieras. De hecho, hay otros 5,7 millones de personas que suelen combinar préstamos bancarios y «no bancarios».

Se disparan los créditos en supermercados y fintech

Son líneas ofrecidas por distintas fuentes: tarjetas de crédito regionales, cadenas de electrodomésticos, supermercados y hasta compañías de Fintech.

Así como existe una tendencia positiva en el otorgamiento de créditos a empresas y familias por parte de los bancos, hay otro fenómeno menos visible de las estadísticas que también va ganando espacio: los préstamos por fuera del sistema financiero.

Las líneas «no bancarias», que también son utilizadas por la gente, aunque con una característica menos virtuosa: se trata de productos sensiblemente más costosos.

Este tipo de préstamos se expandieron 40% durante el semestre marzo-agosto, de acuerdo al último reporte de la consultora Eco Go.

De cuánto es la tasa de un crédito no bancario

De acuerdo a los últimos registros del BCRA, los créditos «no bancarios» ya llegaban al 24,5% del total de créditos para el consumo.

El último informe de la consultora Eco Go destacó que ese tipo de líneas son más caras que las otorgadas por los bancos.

Hoy en día, la tasa nominal anual de un crédito personal promedia el 60%. A su vez, la TNA de una tarjeta de crédito llega al 80%. Y en el caso de los «no bancarios», la TNA trepa al 120%.

Obviamente, el costo financiero total (CFT) de estas líneas es superior. En el caso de los préstamos bancarios, asciende al 78% anual para el caso de las cuentas sueldo. Y al 93% promedio para quienes no acreditan sus haberes en esas instituciones. En tanto, el CFT de la financiación con las tarjetas llega al 130% anual promedio. Mientras que los «no bancarios» apunta al 190%-200% anual.

¿En qué usan la plata de los préstamos los consumidores?

En dos bancos líderes del sistema —uno de capital nacional y otro extranjero— dijeron a iProfesional que el crecimiento del volumen viene dado por la mayor demanda del consumo. Básicamente electrodomésticos.

«El salto en el nivel de los créditos para el consumo intenta compensar la pérdida de poder de compra de los salarios y de los ingresos, sobre todo de los trabajadores informales y del sector público», analizó Sebastián Menescaldi, economista jefe de la consultora Eco Go, en diálogo con iProfesional.

Hay otra cuestión: un grupo de deudores recurren a este financiamiento para reemplazar créditos tomados en el pasado, y que ahora pueden abaratar, gracias a la rebaja de las tasas de interés.

Por último, existe un universo de personas que quedaron en mora con sus tarjetas de crédito y que son convocadas desde los bancos para refinanciar esos pasivos mediante un crédito personal, que son más baratos que las tarjetas.

En esos casos, las entidades les ofrecen a los clientes créditos de entre 12 y 36 meses para regularizar el agujero con la tarjeta.

Lo mismo sucede con aquellas personas que no alcanzan a abonar las cuotas de sus préstamos: los bancos se los refinancian con nuevas líneas, adaptadas a lo que puede abonar cada cliente.

De hecho, la morosidad de los bancos se mantiene en mínimos históricos.

La explosión de los créditos

En un solo mes, el volumen de créditos bancarios creció en $4 billones, equivalente a unos u$s3.400 millones. En septiembre se cumplió el sexto mes consecutivo de expansión del financiamiento al sector privado. Empresas e individuos que toman préstamos, ya sea para financiar el corto plazo o bien para el consumo.

De enero de este año en adelante, crecieron los créditos respecto del PBI.

De enero de este año en adelante, crecieron los créditos respecto del PBI.

Según la estadística del Banco Central, los créditos destinados a compañías y familias crecieron nada menos que un 60% en lo que va del año. El mes pasado, la expansión fue del 7,7% por encima de la inflación.

En términos relativos, los préstamos al consumo se convirtieron en la vedette del mercado. Aumentaron 13,8% entre agosto y septiembre, descontada la inflación. Contra septiembre del año pasado ya están un 38% por arriba.

Cayó la morosidad en el sistema financiero

El último reporte de la consultora MacroViews —dirigida por el economista Miguel Kiguel— dio cuenta de la cantidad de morosos en el sistema financiero.

«La morosidad para el total del sistema financiero bajó por octavo mes consecutivo, llegando a 1.65% en agosto. La mayor baja estuvo en los bancos públicos, donde actualmente es del 1.86%. En los bancos privados se ubica en 1.42%», precisó el reporte.

«Dentro del activo, el crédito al sector privado llegó al 30.8% del total. Comparado con países de la región todavía está por debajo. El promedio es del 49% y en Colombia, Chile o Paraguay supera el 60%», concluyó el informe.

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