El concejal Juan Balastegui (UCR) volvió a impulsar la iniciativa que presentó en el mes de abril para instalar sensores de humo, gas y monóxido de carbono en los edificios de la ciudad de Córdoba.
El edil ya había presentado un proyecto luego del incendio originado en un inmueble de Nueva Córdoba en el que fallecieron el 28 de marzo pasado dos jóvenes estudiantes oriundos de Jujuy.
Después del trágico incendio del martes a la madrugada en un edificio de la primera cuadra de la calles Caseros del centro cordobés, en el que murieron cuatro personas, el proyecto volvió a tomar impulso.
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La iniciativa
“El proyecto consiste básicamente en modificar el Código de Edificación incorporando la obligatoriedad de instalar sensores de monóxido, de humo y de gas en los departamentos para adelante, para todos los que están por construirse”, explicó Balastegui.
Y luego agregó en declaraciones a Mitre Córdoba: “Buscando también la retroactividad para atrás pidiendo que en comisión se cite a la Cámara de Inquilinos y a la Cámara de Propietarios para ver el proceso de la aplicación de esta medida”.
Además el concejal precisó que los sensores “son de muy bajo costo” y que el precio de un sensor de humo está “entre los 15 mil y 30 mil pesos”, de acuerdo a la marca.
Balastegui señaló que que “son de muy fácil aplicación” y que no hay necesidad “de hacer grandes modificaciones”. “Se instala con una cinta doble faz o en algunos casos se enchufa nomás”, detalló.
“Si esto hubiera estado vigente, es una locura que en Córdoba esté, se podría haber evitado todas estas muertes”, aseguró.
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Escaleras
El edil afirmó que algunos edificios de la ciudad “se hicieron en otra época donde había otras exigencias, donde la tecnología de la construcción era otra”.
“La Municipalidad sabe que en algunos casos la colocación de escaleras externas, aisladas, se hace imposible por la forma o estructura del edificio. Pero los tiene que peritar, que revisar y buscar alternativas. En otros países existen salidas verticales con escaleras desplegables que no son de alto costo y se pueden instalar fácilmente en el exterior de algunos edificios”, describió Balastegui.
“El caso de los chicos de Nueva Córdoba si hubieran tenido una escalera para escapar otro hubiera sido el resultado”, añadió.
Finalmente consideró que los sensores podrían instalarse no solamente en edificios y propiedad horizontal sino también en casas particulares. “Es una inversión de seguridad y deberían hacerlo”, enfatizó.