Furia se sentó con los analistas luego de haber estado encerrada por más de seis meses en Gran Hermano. Una de las preguntas obvias era la violencia que ejercía contra sus compañeros y sus enemigos. Sin embargo, en vez de hacer un mea culpa, dio una ridícula explicación.
En realidad, el programa de la fecha, miércoles 19 de junio, fue bastante light, ya que parecía que querían blanquear la imagen negativa que tenía Juliana Scaglione. Pero Ceferino Reato aprovechó un descuido y le preguntó sobre los insultos y los ataques dentro de la casa más famosa de la Argentina.
«Insultar no es violencia. A mí me encantaría que entren a la casa y entren a jugar. Algunos de nosotros dormimos solo cinco horas. No queremos dormir porque amamos este juego y queremos estar despiertos, pero tenemos que descansar», remarcó la entrenadora personal.
Luego siguió explicando las necesidades que, según ella, pasa debido a darlo todo por el juego: «Algunos de nosotros no comemos bien, algunos de nosotros nos la pasamos jugando, nos empezamos a olvidar de nuestra propia vida porque estamos dentro del juego».
FURIA REVELÓ EL MOMENTO EN EL QUE LA VIOLENCIA EMPIEZA A SER JUSTIFICADA
«Después se llega a una parte del juego, donde recién arranca, te divertís, jugas… pero después viene la bajada, en la cual vienen las placas positivas, se eliminan jugadores que básicamente no generan nada. El juego es magnífico y ser parte de el también», sostuvo Furia.
Y agregó: «Los que no quieren ser parte de el son caracoles. Lo siento mucho que les moleste que diga cosas feas de las personas, pero con lo que ustedes (los analistas y la producción de Gran Hermano) se rompen el culo, nosotros tenemos que brindar lo mejor».