Mientras disfrutban de una caminata por un sendero de El Chaltén, al oeste de la provincia de Santa Cruz, una familia de turistas oriunda de la localidad cordobesa de San Francisco vivió una verdadera pesadilla al toparse en su camino nada menos que con un puma de gran porte.
Según relató Marcelo Gallo a Cadena 3, todo sucedió mientras él se encontraba disfrutando de un día al aire libre junto a su esposa, su hija, su suegra, su yerno y sus dos pequeños nietos, Mateo y Santino, y a 150 metros antes de llegar al Chorrillo de Salto, el gigantesco animal se les interpuso en el camino, provocando un gran temor y desconcierto entre todos los integrantes de la familia.
«Estábamos haciendo una caminata en familia rumbo al Chorrillo y, a unos 150 metros antes de llegar, apareció un puma que venía de atrás, Quedamos tan cerca del puma, nunca habíamos vivido algo así. Estábamos prácticamente duros y solo pudimos levantar las manos. Yo lo tenía más o menos a dos metros de distancia», relató Marcelo
La situación empeoró aún más para los turistas cordobeses cuando, de pronto, el puma pegó un gran salto entre los más pequeños de la familia, «Yo los tenía a ambos y el animal salta entre medio. Así que, como pudimos, mi hermano agarró al niño más chiquito, de apenas dos años, y yo agarré a Santino. Realmente fue un susto multiplicado por 10«, agregó.
Por suerte, la cosa no pasó a mayores y, aprovechando que el animal se trepó a un árbol se retiraron, lentamente, del lugar para no llamar su atención ni ponerlo nervioso. «El puma se mantuvo mirándonos. Si movíamos una mano o un pie, él te seguía. Prácticamente estaba agazapado con una pata levantada, como si estuviera listo para dar un salto y atacar. Cuando vimos que ya venía más gente al lugar donde había ocurrido todo, nos fuimos moviendo de a poco hasta alejarnos del árbol. Ahí empecé a caminar muy lentamente», recordó Marcelo.
Una vez a salvo, los Gallo le informaron lo que les había pasado a los Guardaparques, quienes se sorprendieron por su relato, ya que, les aseguraron que no tenían registros de un episodio similar y que no es habitual que estos animales se acerquen tanto a las personas.
«No nos podían creer los trabajadores. Nos dijeron que, si el puma estaba tan cerca, era un milagro que no haya ocurrido una desgracia. Fue un milagro que no hayamos salido lastimados, porque el puma generalmente huye de los seres humanos y no te enfrenta. Pero a nosotros nos enfrentó. Todo se hizo eterno«, concluyó Marcelo.