Lo dicen las mujeres, todas y cada una de ellas, cuando quieren quejarse de un pretendiente que no avanza nunca, de un novio indeciso para casarse, de un ex que se niega a volver, de un marido que se dejó estar o de cualquiera de ellos que juega a la trampa y es agarrado en orsay: «los hombres son todos iguales». La definición, al menos en el caso de Marina Calabró, alcanzaría también a un tipo que la sedujo, la enamoró y no sólo la dejó, sino que en cuestión de horas ya voló hacia otras latitudes y geografías femeninas.
«Igual que todos», para ella, seguramente es Rolando Barbano, el extraordinario especialista en policiales que le rompió el corazón en mil pedazos cuando, según contó, decidió ponerle punto final a la historia de amor que habían empezado en las entrañas de Lanata Sin Filtro, el programa de Radio Mitre que comparten todas las mañanas. Sí, para colmo de males, ese: laburan en el mismo lugar y deben verse las caras todos los días.
¿Podía haber algo peor? Sí, porque para un alma en pena todo puede ser un poco más doloroso y lacerante todavía. A los oídos de Marina Calabró llegó, en las últimas horas, un dato que le sonó a puñalada trapera. Aunque lo entiende, porque la mujer, al final de cuentas, siempre termina entendiendo el comportamiento de los tipos. Aunque los maldiga y diga que todos hacen lo mismo, termina por entenderlos y hasta a quererlos igual.
Lo que le contaron a Marina es que Barbano tuvo un acercamiento a Micaela Mendelevich, una muy bonita y muy interesante mujer que ya tuvo una historia con él. Es la ex, sin más ni más, y uno ya sabe lo que representa una ex en la vida de un señor que ya está entrando en la madurez. De ese segundo golpe (el primero, el de peor efecto, fue la ruptura de la pareja) está tratando de recuperarse Calabró.
POBRE MARINA CALABRO: A QUE BELLA MUJER SE ACERCO ROLANDO BARBANO UNAS HORAS DESPUES DE DEJARLA
Es probable que Micaela, alguna vez, haya dicho «los hombres son todos iguales, che», porque ella también en su momento había cortado con este muchacho de la barba candado y la voz melodiosa que cuenta historias de crímenes, atracos, desfalcos y estafas con la misma calidad de los que relatan cuentos de romanticismo. Ella es muy talentosa ya sea como ilustradora o como historidora del arte.
Para muestra basta un botón: ha publicado libros que salieron de su imaginación más profusa y del enorme talento de sus manos. Además, en algo coincide con ambos: trabaja en un programa de radio. Fue conductora de «Las Recomendadoras» en la AM 1110, la radio de la ciudad, donde ahora tiene a su cargo la mañana. Una nota que escribió La Nación contó que Micaela «pasó por las salas de los museos Histórico Cornelio Saavedra y de Arte Español Enrique Larreta, entre archivos históricos y su búsqueda inherente. Luego, en 2008, trabajó en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Mamba) , donde hizo investigaciones y clasificaciones de obras en papel, asistencias de curaduría y visitas guiadas especializadas a sponsors y ministros». Pobre Marina, que no lea todo esto porque la competencia parece desigual. Todos iguales che, era cierto al final.