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Una Pyme del barrio de Flores produce repelente antimosquitos con ingredientes «Made in Argentina»

Tras muchas semanas donde gran parte de la población se vio atacada por molestos enjambres de mosquitos sedientos de sangre, el panorama actual resulta desolador: un creciente número de contagios por dengue, molestias infinitas para estar al aire libre, ataques de ansiedad, y empujones, por conseguir algún repelente exhumado de las góndolas de algún súper chino. O depresión cuando en el mayorista aparece un lote perdido, pero a precios impagables por exorbitantes. En ese entorno salvaje, una PYME nacional intenta mantenerse en pie y ofrece su producto para protegerse de los embates de insectos. Se trata de un pequeño laboratorio nacional que —desde su planta en el barrio de Flores— produce “Puff”, una crema repelente de insectos aprobada por Anmat y que comercializa a un precio sugerido razonable.

Luis Jara es un técnico autodidacta con gran sentido de la oportunidad. Luego de pasar por diferentes trabajos a lo largo de su vida, nada menos que en el fatídico año 2001, fundó “Nutriplus”, un pequeño laboratorio que se dedicó a elaborar productos cosméticos, básicamente cremas humectantes para la piel, geles y shampoos.

Dengue: Alternativas naturales a los repelentes químicos

“Nos iba bastante bien, cuando —en el verano de 2012— ocurrió una gran invasión de mosquitos. Ahí con mi familia investigamos el tema, vimos las opciones posibles y desarrollamos un nuevo producto, en formato de crema, cuyo principio activo es la “citronella”, que es un elemento repelente de insectos, de origen natural” (ver recuadro), le contó a PERFIL Luis Jara.

Luego tramitaron la imprescindible aprobación de la Anmat para poder comercializarlo y, hace ya una docena de años, lanzaron “Puff”, un nombre que claramente recuerda al de la marca líder que suele proveer una gran multinacional (hoy en falta en las góndolas).

Claro que este “Puff” se basa en una fórmula química muy diferente. “El principio activo de nuestro repelente está basado en citronella, un componente que se produce en Misiones y que combinamos con diversos insumos como glicerina y otros productos para poder fabricar una crema repelente efectiva. Luego la fraccionamos, envasamos y distribuimos, también en una forma alternativa y por canales poco comunes”, detalló Jara.

una crema repelente de mosquitos hecha en base de citronella

Canales alternativos

Es que, aunque normalmente el producto suele venderse como todos estos a través de droguerías mayoristas, el laboratorio —que queda en el barrio de Flores—, también le ha vendido partidas de su crema repelente a clubes deportivos, cadenas de kioscos y “hasta a asociaciones cooperadoras de colegios primarios, a las que les hacemos un descuento para que los chicos puedan ir a la escuela bien protegidos”.

Claro que ante la actual situación de presión mosquitera, y el faltante de los productos tradicionales en las góndolas, la producción del “Puffno da abasto: “tenemos dos máquinas semiautomáticas y ya estamos trabajamos en tres turnos, con alrededor de una docena de operarios, los cinco días de la semana. Aún así no llegamos a cubrir la demanda y despachamos absolutamente todo lo que producimos. De hecho, estamos tratando de conseguir más máquinas para armar otra línea y aumentar nuestra oferta”, se entusiasma Jara.

Una de las razones de su alto nivel de ventas es que el valor sugerido del producto es razonable. “Nosotros, por supuesto, no fijamos el precio al que lo vende cada comerciante, pero por los costos y los márgenes, nos parece que alrededor de $2500, por un envase de 60 centímetros cúbicos de crema repelente, es un precio que le sirve a todos, consumidores y vendedores”, dice Jara.

-¿No es un envase chico?

-Creemos que está bien ya que está dosificado en forma de crema y se necesita colocar poca cantidad, aunque —eso sí— haya que renovar la aplicación con frecuencia (ver abajo). Además, al ser pequeño se puede llevar fácilmente en una cartera o los chicos en un bolsillo cuando van a la escuela”, justificó este experto. Por otra parte, es el tamaño de envase que tenía disponible en cantidad su proveedor habitual cuando los sorprendió el súbito aumento de la demanda.

Justamente, el hecho de que casi todos los insumos que necesita este repelente sean de origen nacional le permitió a esta Pyme producirlo a destajo, sin tener que “parar” su planta para importar tal como sí está ocurriendo con los sprays y lociones de las marcas tradicionales. Y desde el laboratorio vuelven a destacar que ellos cuentan con el “aprobado” de Anmat, un argumento muy importante cuando se piensa que en los últimos días, por necesidad, se abrió la importación y se eximió de controles a las partidas de productos que lleguen desde “allende los mares”.

“Ningún repelente del mercado es 100% efectivo. El nuestro hay que renovarlo con frecuencia, pero por su origen natural y por su formulación en crema, el Puff es más seguro que otros, sobre todo cuando se lo colocan los propios chicos”.

 

una crema repelente de mosquitos hecha en base de citronella

El secreto de la crema

“Ya sean aerosol, spray, gel o crema, los repelentes más conocidos del mercado suelen recurrir, como principio activo anti-insectos, a tres opciones: el Deet, el IR3535 o la icaridina. Los tres son iguales de efectivos”, señaló en una reciente publicación del Conicet el especialista Juan José García, investigador del Centro de Estudios Parasitológicos y Vectores (Cepave-Conicet-Unlp).

Según los expertos, las diferentes formulaciones que se suelen encontrar en el mercado conteniendo DEET varían su concentración del 7% hasta casi el 30%. Y es ese porcentaje lo que determina la duración del efecto repelente del producto sobre la piel de cada usuario.

De acuerdo a un documento de la Sociedad Argentina de Pediatría, “la citronella es un extracto obtenido de distintas especies vegetales (citronella de Ceilán y citronella de Java) y su acción, en apariencia produce sobre el mosquito un efecto desagradable en sus terminaciones sensitivas y un bloqueo de la percepción química del insecto. También, aclaran, “los principales inconvenientes de este compuesto son su efecto limitado como repelente y que no tiene una acción duradera a lo largo del tiempo”. Justamente, el fabricante de “Puff” aconseja renovar la protección de su crema al menos una vez por hora. Las recomendaciones clásicas indican que el uso de productos con citronella es posible sobre la piel de los niños de entre 2 meses y 2 años y con DEET, en una concentración de hasta el 10 %, entre los 2 y 12 años. De todos modos, también recuerdan que “la citronella es menos efectiva que el DEET y en situación de epidemia se desaconseja su uso”.

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