El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció este lunes la desregulación de la tasa mínima de los plazos fijos y la baja de los pases pasivos en TNA del 110% al 80%, según dispuso en un comunicado.
En respuesta a la evolución de la coyuntura económica y las condiciones de liquidez financiera, las autoridades del BCRA han determinado las siguientes medidas:
- Reducción de la tasa de política monetaria: a partir del 12 de marzo, la tasa de interés de los pases pasivos se fija en 80% TNA.
- Normalización de la gestión de liquidez por vía de pases: a partir del 18 de marzo, el acceso a la ventanilla de pases volverá a ser exclusivo para las entidades financieras reguladas por BCRA.
- Desregulación de tasas mínimas de interés: a partir del 12 de marzo, se elimina la tasa mínima de plazo fijo.
Según informó en un comunicado, con esta medida el BCRA busca «fortalecer la economía nacional y mejorar la liquidez en el mercado financiero». En ese sentido, remarcó «en un momento en que señales positivas emergen en el horizonte económico del país, estas acciones buscan consolidar la estabilidad y alentar el crecimiento».
«Estas iniciativas del BCRA reflejan un enfoque proactivo para enfrentar los desafíos actuales y futuros de la economía argentina, abordando tanto la necesidad de estabilidad como de crecimiento», aseguran desde el Banco Central.
Además, sostienen que mediante «la normalización del sistema de pagos doméstico y externo, junto con una perspectiva positiva sobre la inflación subyacente y una gestión prudente de la política monetaria, el BCRA se compromete a fortalecer los fundamentos económicos del país y a fomentar un ambiente propicio para el desarrollo sostenible».
«La implementación de estas medidas es un testimonio del compromiso del BCRA con la estabilización económica y la recuperación post-pandemia, sentando las bases para un futuro económico prometedor en Argentina», concluyó.
Cuál es el riesgo de que el plazo fijo pague menos, según expertos
En otras palabras, las entidades bancarias, que hasta ahora estaban obligadas a dar una tasa mínima de 110% a ahorristas en plazo fijo, ahora estarán liberadas. Esto les permitirá corregir un descalce de tasa de interés, ya que debían pagar esas tasas por las colocaciones, mientras que la de pases estaba en 100%.
En los bancos se percibe que una baja de las tasas puede afectar la estabilidad financiera
Es decir que, si bien el BCRA técnicamente no bajó las tasas, sí quitó el piso mínimo. El mercado está expectante sobre cómo reaccionarán bancos. En ese sentido, las voces se dividen.
Quienes argumentan a favor de que caigan las tasas y el plazo fijo pague menos alegan que hubo una caída en las expectativas inflacionarias, de manera que de aquí aun año se acumularía una inflación de 150% -según las proyecciones de la encuesta REM- mientras que la tasa efectiva anual por el plazo fijo se ubica en 186% para quienes dejen el dinero y capitalicen intereses durante los próximos 12 meses.
Y, siguiendo esa línea de análisis, ya no existe la percepción de una tasa super negativa, como se la percibía en diciembre pasado. Además, el dato fundamental que cambió la percepción es que hubo una gran ganancia para quienes apuestan al carry trade y miden el rendimiento en dólares -según el propio Toto Caputo, todos los ahorristas de plazo fijo hacen esa cuenta-. En febrero pasado, la combinación de un dólar blue en baja y una tasa nominal de 9,16%, determinó una insólita ganancia de 27% en dólares, en apenas un mes.
Sin embargo, en el mercado están los que creen que es peligrosa una baja de la tasa por parte de los bancos antes de que la inflación no se vuelva a ubicar en un dígito. A partir de ahí, la remuneración por los plazos -que ahora está en 9,16% mensual- quedaría casi igualada con el ritmo de suba de los precios.
Y el propio Fondo Monetario Internacional, que tradicionalmente ha sido un firme defensor de las tasas reales positivas, advirtió que consideraba que esta fase del plan económico con tasas negativas se debería empezar a revertir en la medida en que la inflación empiece a ceder.
Es decir, su consejo es que aunque el IPC se modere y se acerque al nivel actual de las tasas, no haya cambios, de manera de dar una señal positiva para la recomposición de la demanda de pesos.
El cepo en la mira
Quienes el mantenimiento de la tasa creen que, en realidad, una medida más acertada sería apurar el desarme gradual del cepo cambiario, por ejemplo habilitando a que los importadores que compren en el «contado con liquidación» no pierdan el acceso al mercado del dólar oficial.
«Eso le permitiría al Banco Central acumular reservas más rápido, porque haría que los importadores, al poder comprar el CCL, no demanden tanto el dólar oficial. Tiene más sentido hacer eso que bajar la tasa en este momento», plantea Caamaño.
Es un punto sobre el que ha insistido una de las personas a las que más escuchan en el equipo económico: Domingo Cavallo. El ex ministro planteó que el gobierno comete un error al demorar el desarme del cepo para todo lo que no sea el comercio exterior de mercaderías.
Según el polémico ex ministro, mientras no se eliminen las restricciones aún vigentes para la operatoria comercial y turística, no es un dato muy relevante el valor del dólar paralelo, al que percibe todavía como volátil.
«Hay que ver cuál sería el precio del dólar en un mercado realmente libre. Y una vez que se sepa eso, sobre todo si ese valor del dólar libre va convergiendo al oficial, eso significa que se va a poder liberalizar todo el sistema cambiario y que se va a poder estabilizar el precio del dólar. Ahí podemos decir que comienza un plan bien diseñado de estabilización», afirma Cavallo.
De momento, el gobierno no ha dado señales de querer avanzar más rápido en ese sentido. Ni tampoco de tener urgencia por bajar las tasas de interés, a pesar de la ansiedad del mercado.