Después de las recientes confusiones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que incrementan la preocupación sobre la salud mental de las personas que aspiran a liderar la Casa Blanca, la hija del exmandatario Ronald Reagan, se subió al debate público al expresar su apoyo a la implementación de pruebas cognitivas para los candidatos que competirán en las elecciones que se celebrarán el martes 5 de noviembre de 2024.
“Probablemente, sí”, respondió Patti Davis ante el cuestionamiento sobre si debería haber pruebas cognitivas para los candidatos presidenciales, durante el programa Meet the Press, de la cadena NBC News: “Solo por lo que sabemos sobre lo que la edad puede provocar -no siempre lo hace-, pero probablemente sería una buena idea”.
Cuando Ronald Reagan fue elegido en 1980, tenía 69 años y rompió el récord de ser el presidente de mayor edad jamás elegido. No obstante, en los años recientes, Donald Trump y Joe Biden, lo dejaron atrás al ser elegidos en 2016, con 70 años; y en 2020, con 78, respectivamente. “Mi padre tenía 77 años cuando dejó el cargo”, abundó Davis, y remató: “Eso parece tan joven ahora, ¿no?”.
En su entrevista, Davis añadió que Reagan, fallecido en junio de 2004, estaría “horrorizado” por el estado de la política actual de EE.UU. y por los constantes ataques entre demócratas y republicanos: “No entendía la falta de civismo. No entendía atacar a otra persona. No entendía la crueldad, y eso es a lo que nos enfrentamos ahora”.
La declaración de Davis surge en un momento en que la edad y la salud mental de los candidatos presidenciales se han convertido en temas de discusión pública. Cinco años después de dejar la presidencia, Reagan anunció que tenía Alzheimer en 1994, a los 83 años. Desde entonces, han surgido especulaciones sobre si los efectos de deterioro gradual en la memoria, el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales, pudieron afectarlo mientras aún estaba en el máximo cargo del gobierno de EE.UU.
En este contexto, la edad de los candidatos punteros actuales, ha intensificado el debate sobre la idoneidad de los líderes de avanzada edad. Un informe especial revelado a inicios de febrero describió a Joe Biden, ahora de 81 años, como “un hombre anciano y bienintencionado con las facultades disminuidas por el avance de la edad”.
El documento se dio a conocer la misma semana en que Biden hizo referencia a dos ocasiones a líderes europeos que están muertos como si siguieran vivos y después de confundir el nombre del presidente de Egipto con el presidente de México.
No obstante, Donald Trump también ha tenido sus propios episodios: confundió a los mandatarios de Hungría y Turquía, advirtió que Estados Unidos estaba al borde de una “segunda” guerra mundial, señaló que había derrotado a Barack Obama, en vez de a Hillary Clinton, y se refirió a su contrincante en la interna republicana, Nikki Haley, como si fuera la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
¿Debe ser la edad de los candidatos un asunto de seguridad nacional?
Con estas preocupaciones sobre la capacidad mental de quienes aspiran a liderar el país, Nikki Haley, intenta capitalizar el debate sobre la edad de los posibles nominados y ha dicho que debe tratarse como “un asunto de seguridad nacional”. La exembajadora ante las Naciones Unidas, ha intensificado sus llamados a pruebas cognitivas para políticos mayores de 75 años desde la publicación del informe sobre Biden.
La preocupación de los votantes por la edad de los candidatos presidenciales se refleja en una reciente encuesta de ABC News/Ipsos, donde el 59% de los estadounidenses considera que los principales candidatos son “demasiado mayores” para volver a ocupar el cargo, lo que destaca la relevancia de la propuesta de Davis en el actual clima político.
LA NACION