En una entrevista con el Youtuber Davoo Xeneize, Juan Sebastián Verón habló de varios temas sobre su carrera. El ex volante, de 48 años, recordó varios momentos de una trayectoria en la que se lució en Europa, pero también dejó una huella profunda en Estudiantes de La Plata, el club que más lo marcó, y con el que se dio el lujo de conquistar la Copa Libertadores hace quince temporadas, en un 2009 en el que el Pincha estuvo a dos minutos de vencer a un Barcelona legendario en la final del Mundial de Clubes.
Verón contó que podría haber sido compañero de Juan Román Riquelme en Boca, pero priorizó regresar desde Europa a Estudiantes. Del hoy presidente de Boca, contó: “A Román lo sufrí. Me desparramó en un partido Villarreal-Inter [por la Champions League]. Más allá de lo virtuoso, tenía un cerebro distinto. Cuando tenés eso, la diferencia con el resto es abismal. Es de esos jugadores que tienen la cancha en la cabeza y mucho antes que todos los demás”.
Verón llegó a ser compañero de Riquelme en la selección que terminó segunda en la Copa América 2007, al mando de Alfio Basile. Pero también admitió: “Podríamos haber compartido mucho más tiempo, y por distintos motivos no fue posible, no lo pudimos hacer. En ese momento lo de Román fue futbolísticamente increíble. Venía de ganar la Copa Libertadores con Boca y en esa Copa América también llegó a un nivel superlativo”.
El ex mediocampista recordó que, después de una década en Europa, decidió volver a Argentina. “Inter (de Milán) quería que siguiera y tenía sondeos de equipos de España. Boca y River me habían llamado también. Los escuché por cortesía, hablé, pero yo tenía la decisión tomada de volver a Estudiantes. Yo ya había tenido la experiencia de [jugar en] Boca. No me parecía estar de nuevo sin estar convencido. Si bien ellos venían muy bien, lo más lógico para mí era volver a Estudiantes, porque no había jugado demasiado ahí cuando empecé”. La decisión tuvo un rédito inmediato, porque se dio el gusto de consagrarse campeón del Apertura 2006, en una recordada final frente a Boca, en cancha de Vélez.
Sobre el regreso al Pincha, explicó: “Fue un conjunto de cosas, una decisión de familia, una decisión deportiva. Se dio todo. Yo justo terminaba mi contrato [en Italia] y estaba convencido de lo que quería. Estaba bien físicamente. Yo quería volver a Estudiantes, en una buena edad y en condiciones para no generar un gasto innecesario. Una cosa es volver un verano o invierno al Country de City Bell de visita, y otra cosa es vivirlo con esa carga emotiva. Me atraía mucho lo institucional”.
La Brujita también habló sobre la espina que significó ser parte de aquel seleccionado argentino eliminado en la primera rueda en el Mundial 2002. “Si ese Mundial hubiera llegado un año antes, por cómo estaba el equipo, cómo estábamos nosotros en 2001, estábamos para salir campeón. (Pero) Llegamos con muchos problemas en los intérpretes que normalmente estábamos y en los que el técnico confiaba, y esto es importante, cómo llega el jugador”, consideró.
“Yo creo que fue un grupo gastado el que que llegó a ese Mundial. Con problemas físicos, y posiblemente, tampoco en su mejor versión. Entonces es un combo difícil en esto, cuando no tenés margen para el error en un Mundial. Y fue donde no nos encontramos”, señaló sobre aquella decepción histórica de los dirigidos por Marcelo Bielsa.
Otra frustración con el seleccionado fue aquel subcampeonato de América en 2007, con una rotunda derrota en la final ante Brasil (0-3). “Son esas derrotas hasta inesperadas. Y no es que hubiéramos sobrado el partido, ni tampoco teníamos tanta confianza como para decir lo ganamos caminando. No, al contrario. Para mí, lo que nos pasó fue el primer golpe que nos dan, empezado el partido. Ahí fue como que se desequilibra un poco, nos sacó. Después nosotros tuvimos alguna situación, hubo una reacción, como un tiro de Román en el palo, pero luego ellos hicieron el segundo. Fue una lástima. Se habían juntado varias generaciones y era un muy buen equipo”.
Otro recuerdo de Verón fue sobre aquella final del Mundial de Clubes 2009, con una caída ajustada en suplementario (1-2) frente a Barcelona, que había empezado con ventaja del Pincha por gol de Boselli. Pero Pedri empató a los 43 del segundo tiempo, y Lionel Messi, de pechito, dio vuelta la cuenta en el tiempo extra. “Es difícil hablar de una derrota. Pero viendo las demás finales, le doy más valor, pese a entrar en una contradicción por la historia que pregona Estudiantes en esto de ganar y no hay otra cosa. Los detalles, que para mí son fundamentales y definen partidos, estuvimos a nada de equivocarnos y ganar, je. Lamentablemente se dio la lógica, pero fue increíble. Pasamos de que digan que nos íbamos a comer un baile y a comernos cuatro, a estar ganándole al mejor Barcelona de la historia hasta el minuto 88″.
LA NACION