En la noche del 22 de octubre, luego de hablar puertas adentro del búnker de Unión por la Patria, en Chacarita, Sergio Massa se subió al escenario montado en la esquina de Dorrego y Corrientes frente a la militancia que, a diferencia de las PASO, esta vez sí se había congregado para bancar la parada, a metros del Complejo C.
“Somos una familia ensamblada, con muchas tribus que decidieron dejar atrás las diferencias y tirar todos para el mismo lado por un país mejor”, improvisó el ministro de Economía.
En lo que queda de la campaña, el candidato presidencial de UxP enviará gestos a todos y cada uno de los sectores del peronismo bonaerense; la familia nuclear -y también ensamblada- que más votos nuevos le aportó a la boleta nacional de UxP en relación a las primarias: 1.300.000. Las diferencias entre los actores -con Axel Kicillof y Máximo Kirchner a la cabeza- siguen latentes y solo se disimulan por la necesidad del peronismo de ganar.
Para ultimar parte de esa estrategia, el martes los principales delegados del gobernador bonaerense visitaron el comando nacional de campaña oficialista. Por edificio de la calle Mitre (a 150 metros de la Casa Rosada), Carlos Bianco, mano derecha del gobernador; los ministros Jesica Rey; Cristina Álvarez Rodríguez y Andrés Larroque para reunirse con la mesa chica del massismo (Malena Galmarini, Rubén Eslaiman y Juan Andreotti) y afinar lo que viene.
Se definieron bajadas territoriales para no repetir el itinerario previo a las generales, acciones militantes en los distritos para las próximas dos semanas y la recalibración del discurso. «El rival es Milei y sus propuestas«, sintetizó uno de los asistentes sobre la hoja de ruta que traza el consultor Antoni Gutiérrez Rubí.
Las paradas bonaerenses en el GBA, intercaladas por las visitas a las provincias donde Massa apuesta a crecer, incluirán recorridos en territorios de extracciones peronista de los más diversas. Del massismo al los barones del conurbano y de La Cámpora a los detractores de Máximo Kirchner.
Este sábado, será el turno de San Fernando, el distrito gobernador por Andreotti, una espada del Frente Renovador, que además tiene a cargo parte de la estrategia en redes del candidato y -junto a Federico Achabal, de Pilar- es uno de los jefes municipales más pendientes de la campaña.
El miércoles, tras su raid el domingo en Entre Ríos y Corrientes (donde el peronismo ganó sorpresivamente la elección), el desembarco en Córdoba, el lunes, y una escala en Santa Fe, el martes regresará al Conurbano. Visitará Florencio Varela, terruño de Andrés Watson, delfín de Julio Pereyra, todopoderoso intendente del distrito durante 25 años, hasta 2017.
Tras una escala en Misiones, donde UxP busca recortarle los 5 puntos a Milei, Massa recorrerá el viernes Lanús junto a Julián Alvarez, el intendente electo, de La Cámpora, que logró recuperar para el peronismo el distrito que administra Néstor Grindetti. La duda es si Máximo Kirchner (de bajísimo perfil hace semanas) se sumará al recorrido.
El sábado, en la víspera del debate, Massa recorrerá José C. Paz, la tierra del desde el 10 diciembre seis veces intendente Mario Ishii, que hasta 2022 apoyaba la reelección de Alberto Fernández y en junio pidió el desplazamiento del jefe de La Cámpora como presidente del PJ provincial, molesto por el cierre de listas. En los últimos días de campaña, el ministro candidato visitaría Esteban Echeverría, terruño de Fernando Gray, el primer díscolo contra la conducción del peronismo bonaerense que encarna el hijo de Cristina Kirchner, motivo por el que recurrió a la Corte Suprema. Antes, durante el feriado, Massa se haría tiempo para visitar Morón, que el intendente Lucas Ghi, de Nuevo Encuentro -más afín al kirchnerismo- logró retener.
En la capital de la familia ensamblada del peronismo bonaerense, La Matanza, esperan al gobernador y a Massa para reeditar la caravana que encabezaron el 9 de octubre.
Kicillof está comprometido con la campaña electoral. Cuando el candidato presidencial desembarque en otros distritos, el mandatario bonaerense hará campaña solo. En la reunión de la semana pasada con intendentes y el candidato presidencial, el mandatario provincial les dijo a los ejecutivos municipales que su suerte en la gestión para que la Provincia les transfiera fondos depende de que el ministro de Economía acceda a la Presidencia.
Massa no descuida la Buenos Aires del otro lado de la Gral Paz. En los últimos días de campaña encabezará un acto en el Gran Rex porteño junto a Leandro Santoro, luego de que el diputado de origen radical se bajara de la segunda vuelta. El ministro pretende convertirse en el primer peronista que gane una elección en CABA desde los triunfos de Cristina Kirchner en las generales y PASO de 2011.